No es lo que parece
Cascos sube como la espuma
Francisco Álvarez Cascos sueña con convertirse en un dolor de muelas para Mariano Rajoy. Y las encuestas animan sus sueños, ya que los últimos datos que manejan los populares confirman el tirón que él dice tener en Asturias. A Génova, sin embargo, sigue sin preocuparle ese ascenso porque cree que la comunidad asturiana ni suma ni resta en la carrera hacia La Moncloa. En el peor de los casos, Cascos podría convertirse en un partido bisagra, con el que haya que pactar para conseguir la Presidencia del Principado, y eso obligaría a tragarse más de un sapo en la dirección nacional.
Si hace falta, se los tragarán, aunque en Génova no tiran la toalla y echarán el resto en campaña para animar el vuelo de su candidata Isabel Pérez Espinosa, quien, por cierto, está dando mucho que hablar en las filas populares por la "jeta que le echa"-dicen- para conseguir la foto que le interesa. Dio codazos para salir con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y lo volvió a hacer también con el ex presidente del Gobierno José María Aznar. En resumen, Cascos no preocupa si no perjudica la llegada de Rajoy a La Moncloa, y lo mismo puede decirse con Francisco Camps. El líder del PP no le dejará caer mientras entienda que no le resta en su objetivo de ser presidente del Gobierno.
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