No es lo que parece

Los "marianistas"toman posiciones

La Razón
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La proximidad de las elecciones engorda los nervios y las tensiones en los "cuarteles generales"de los partidos políticos por aquello de tomar posiciones para estar en el lugar adecuado cuando toque cambiar el equipo. Esos nervios y esas tensiones se multiplican cuando en el partido, como es el caso del PP, están convencidos de que van a ganar por goleada en las autonómicas y municipales, y que también ganarán en las generales. Ese ansia por hacerse notar acaba provocando traspiés sonoros, como el que protagonizó Alfonso de Senillosa, responsable del gabinete de Rajoy, en la Convención Nacional de Sevilla, cuando sin encomendarse a nadie decidió "apuntarse"un tanto personal con una filtración a un medio de comunicación que el presidente del PP se desayunó al día siguiente con gran asombro. Senillosa llegó al PP de la mano de Jorge Moragas, jefe del Gabinete de Rajoy, pero hoy ya no está tan claro si el jefe es Moragas o el director es Senillosa, depende de a quién de los dos se le pregunte. Tampoco está ya tan claro que la relación entre ellos sea tan buena como al principio, según cuentan las "malas lenguas"en Génova. Normal si se tienen en cuenta las circunstancias: los "marianistas", esa corte de dirigentes que rodeó y blindó a Rajoy en el polémico Congreso de Valencia, se sienten hoy con derecho a recibir algún premio si éste llega a La Moncloa, y para ello han empezado ya a hacer méritos. Está por ver si los esfuerzos valdrán o no para algo. Por cierto, la relación entre la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el presidente de la Comunidad valenciana, Francisco Camps, atraviesa su momento más frío. Se hablan si el guión de la corrección política lo exige, pero en privado no hay comunicación ni confianza ni "feeling". La dirección nacional se ha ido distanciado del líder valenciano, pero algunos lo han hecho más que otros. En su etapa como secretaria general, Cospedal ha hecho gala de que nunca le ha temblado el pulso para cortar cabezas, entre ellas la del antiguo tesorero Luis Bárcenas. Y en el caso valenciano también está siendo la que más claramente está marcando distancias.