Elecciones Generales 2016

137 diputados

La Razón
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No es una mayoría absoluta, pero es una clara victoria de Rajoy. Tras gestionar la crisis más dura desde la posguerra y hacer frente a una pertinaz campaña de descalificaciones, el candidato del PP ha demostrado que cuenta con un amplio apoyo electoral. Esta realidad es más contundente, si cabe, porque sus oponentes han quedado a gran distancia, ya que el PSOE obtiene 85 diputados, tras retroceder 5; Podemos se queda con 71 y Ciudadanos retrocede 8 y logra 32. No es posible una mayoría de izquierdas y Pedro Sánchez consigue, por segunda vez consecutiva, el peor resultado del PSOE. La recuperación del PP es tan clara que gana en toda España, con la excepción de Cataluña y el País Vasco, algo habitual aunque ahora la sorpresa es que la primera posición la obtiene Podemos en ambas comunidades. El PSOE es la primera fuerza sólo en Sevilla, Huelva y Jaén. El panorama no puede ser más desolador, porque todo indica que las expectativas de los rivales de Rajoy sólo pueden ir a peor. La única opción que tienen es que pueda formar un gobierno en minoría. La coherencia del líder popular le ha resultado muy beneficiosa y recupera voto perdido el 20-D, pero además hay que recordar que estamos en un ciclo de intensa recuperación económica, que sin lugar a dudas le beneficiaría si sus rivales le impiden formar gobierno, y con la alargada e inquietante sombra del Brexit que hace necesario que España recupere la estabilidad política. La opción más sensata del PSOE sería permitir que Rajoy consiguiera la investidura gracias a su abstención, porque necesita rehacerse tras la sucesión de fracasos electorales. Es indudable que 137 diputados es un aval claro para formar gobierno, pero también que sería una legislatura muy complicada, porque la mayoría absoluta está situada en 176. Por tanto, al PP le faltan 39 escaños y tendrá que negociar, y mucho, si quiere conseguir la estabilidad hasta las próximas elecciones. Es un terreno difícil, pero Rajoy es capaz de manejarse, como ha demostrado durante su carrera política, con gran habilidad. Mucha más de la que piensan o imaginan sus rivales. La euforia de los populares en la noche del domingo así como la emoción que se veía en Rajoy, porque han sido jornadas muy duras en las que ha sufrido ataques constantes y las inútiles encuestas de ese día le otorgaban un resultado muy insatisfactorio. En la mente de todos estaba, además, que la izquierda pudiera sumar y que Podemos superara al PSOE en votos e, incluso, en escaños. Al final, el PP ha sido el único que ha subido y ha sumado 14 escaños más con respecto al 20-D y 52 más que el PSOE. Una parte del socialismo oficial, Sánchez y su equipo, hacen ver que están contentos porque son la primera fuerza de la izquierda. Un despropósito parecido a cuando decían después del 20-D que habían ganado a las encuestas. Alucinante. Es la expresión de una obsesión por Podemos que le ha pasado factura. Ciudadanos ha pagado en las urnas su insistencia en mantener el pacto con el PSOE, cuando era absolutamente innecesario, así como ese comportamiento absurdo de vetar al líder del PP. Por otra parte, Podemos no saca réditos a su pacto con IU y baja de casi 6 millones de votos, que fue la suma de ambas formaciones en las pasadas elecciones, a 4,1 este domingo. Es indudable que no ha ido lo bien que esperaban y que deberían abrir un periodo de reflexión sino quieren entrar en una crisis interna de consecuencias imprevisibles. No hay que olvidar que Podemos es sobre todo un movimiento que agrupa a formaciones que no están cohesionadas. Hay coincidencias, pero también divergencias y, sobre todo, ha crecido con gran rapidez. Estuvo muy bien que reconociera su fracaso, pero ahora existen muchas incógnitas sobre cómo piensa afrontar el futuro. Finalmente, esta nueva etapa política debería servir para que se abandone el frentismo y se busquen puntos de encuentro. Hay una parte de pedagogía que las formaciones deberían hacen con sus militantes y simpatizantes con el fin de conseguir que la política no sea un interminable campo de batalla.