Alfonso Ussía

Alternancia

La confirmada vinculación del Coletas con el conglomerado de siglas que conforman el escudo del terrorismo etarra no ha supuesto sorpresa alguna. Ha sido en Madrid el hombre de «Herrira», la red de apoyo a los presos etarras. Es posible que muchos de sus votantes hayan abierto los ojos, pero el mal está hecho. Ahora se entienden mejor sus palabras acerca de la «explicación política del terrorismo de la ETA». Es un convencido de la explicación política porque él mismo se ha empeñado en explicárselo a sí mismo. No hay grises en este asunto. El que busca referencias y justificaciones y disfraza con palabras perversas su fervor por una banda de terroristas, está inmerso en sus atentados y en sus objetivos. La parte folclórica de la inmundicia no puede ser otra que su estrecha colaboración –la del Coletas– con el cómico Guillermo Toledo, el autoexiliado a Cuba que siempre está de vuelta de Cuba.

Los hechos probados son un incordio. Con toda seguridad, el Coletas y sus compañeros de lecho y folclore podrían ser acusados de colaboración con banda armada. El proceso se prolongaría en exceso porque el Coletas,miembro activo de La Casta, está aforado. El problema se traslada de inmediato a los máximos responsables de las cadenas de televisión capitalistas que hacen dinero promocionando a quienes les cortarían el pescuezo en el caso de alcanzar el Poder político en España. Se establece una diferencia respecto a la Segunda República que en principio resulta alentadora. España forma parte de la soberanía de la Unión Europea, y aunque muy poco, esa pertenencia a Europa garantiza la vida, la libertad, la propiedad, la libre circulación y los derechos humanos de las personas. La duda para las cadenas de televisión se resume en el agravio comparativo. Hasta la fecha, el Coletas era un profesor universitario estalinista, pero no un colaborador de la ETA. A partir de ahora, sus apariciones en los programas de los Silvios pueden estar sujetas a toda suerte de interrogaciones. ¿Por qué el Coletas y no Bolinaga? ¿Por qué siempre El Coletas y no uno cualquiera de los asesinos terroristas a los que han abierto las puertas de la libertad? A Bolinaga le vendría muy bien percibir en concepto de tertuliano estrella lo que pagan la Cuatro, Tele-5 y La Sexta. Se ha demostrado, después de más de seiscientos cincuenta días, que el supuesto cáncer terminal de Bolinaga era un lunar pésimamente interpretado por la ciencia oncológica. Ha engordado, ha comido de cine y ha bebido más «chiquitos» en dos años que el difunto Jon Idígoras en toda su vida. Claro que puede viajar. Y aunque carece de la floritura verbal del Coletas, puede decir cosas muy interesantes. Por ejemplo, explicar el nivel de sufrimiento de Ortega Lara durante sus más de quinientos días de tortura en su Treblinka de Mondragón. O pormenorizar los momentos culminantes de sus crímenes, las nucas destrozadas, el leve gemido del asesinado durante la sorpresa de su último segundo de vida, y demás detalles que interesarán sobremanera a los que se humillan como ciuadadanos sintonizando con esas tertulias. No es justo que todo se lo lleven el Coletas y Monedero y no dejen nada para los que conservan con orgullo y sin arrepentimiento el carné de terroristas activos. Alternancia, señores de las cadenas de televisión pertenecientes a la Derecha y complacientes con quienes han colaborado activamente en movimientos proterroristas.

Lunes, miércoles y viernes, el Coletas. Martes, jueves y sábados, Bolinaga. Y el domingo, Monedero haciendo el resumen de la semana.