Martín Prieto
Aquel 23-F mal olvidado
Los neurofisiólogos nos enseñan que un cerebro bien ordenado debe saber olvidar tanto como recordar porque hay que abrirle espacios selectivos a la memoria. Aquella asonada la propició el aparentemente imparable terrorismo etarra que buscaba jefes y oficiales entre sus víctimas y el miedo de los más conservadores, a que las autonomías derivaran en separatismos. Como los protagonistas del cuartelazo se rindieron sin disparar más tiros que los de la salva de las Cortes, podría decirse hoy que escribían derecho con renglones torcidos. El secesionismo se ha ampliado desde entonces y no se aprovechó el aldabonazo del 23-F para ir más allá de la LOAPA. Pero con Suárez dimitido ya tenía bastante el pobre Calvo Sotelo con meternos en la OTAN como para recuperar para el Estado competencias como la Educación o la Sanidad. Causa vértigo escénico pensar que son legión los españoles que no habían nacido cuando aquella militarada y que de ella tienen una visión esperpéntica o nula. Es comprensible que hoy sugieran la abdicación del Rey quienes ignoran aquella noche en que Don Juan Carlos detuvo los tanques a telefonazos y comprometió la Corona con la defensa de las libertades constitucionales. No tengo esos libros, pero me gustaría saber qué dice del 23-F el material escolar, si es que reseña algo. Aquellos sucesos no fueron una anécdota ni son hoy el cuento del abuelito. Es imposible una repetición de aquella fecha, pero los antisistemas, ácratas, populistas chavistas, nihilistas y todas las hilachas que se les desprenden a los socialistas sin proyectos y a los comunistas amnésicos , son más inquietantes que aquel Milans del Bosch que para subir la división blindada «Maestrazgo» desde Valencia a Madrid tenía que ir repostando en las gasolineras. En 33 años han cambiado las Fuerzas Armadas hasta poder denominarlas «El gran mudo», como a las francesas. Pero ¿cuál habría sido el desenlace de aquella jornada si en Zarzuela hubiera tenido despacho un presidente de la III República?
✕
Accede a tu cuenta para comentar