Jorge Urosa

Aseo personal

La crisis va a terminar afectando a nuestro aseo personal: ahora nos va a costar dinero hasta miccionar en la estación de Atocha. Las autoridades de ADIF han decidido que la mejor manera de mejorar las instalaciones de la emblemática estación madrileña es cobrando por entrar en los baños. Con esta filosofía, la empresa ferroviaria se ha quedado con la explotación de los servicios durante siete años por un montante de 280.000 euros, y ¿qué mejor para amortizarlos que cobrar a 50 céntimos la urgencia? La verdad es que no me negarán que es un poco triste que haya llegado el momento en el que se pueda decir que en Madrid no puedes ni mear sin que a algún listo se le ocurra cobrarte. Uno siempre había pensado que el uso de las instalaciones estaba incluido en el precio del billete, pero ahora parece que no es así. De aquí a que te cobren por el uso del andén, o por quedarte pasmado mirando los galápagos, costumbre muy madrileña por cierto, sólo queda un paso. La verdad es que parece ruin que por 40.000 euros al año carguen a los viajeros con una nueva obligación, pero sobre todo es antieconómico. El desgaste que esta medida va a producir en la imagen de la compañía, que no está muy allá después de lo de Santiago, supera con mucho los ingresos, o el ahorro que se pueda producir. Seguimos sin valorar los costes en imagen de las medidas empresariales y esto sí es verdaderamente preocupante.