Lucas Haurie

Asuntos de familia

En realidad, se trata de la enésima reedición de las peleas de familia del franquismo. El retoño de Valentín Masip, alcalde tradicionalista de Oviedo, ciudad natal de doña Carmen Polo y capital de la tierra primigenia de la Patria (lo demás es conquista), contra el vástago de Octaviano Griñán, oficial falangista del cuarto militar del Generalísimo, Regimiento de la Guardia de su Excelencia el Jefe del Estado acuartelado en El Pardo. Como si Rubalcaba fuese el general Varela y Twitter el atrio de la basílica de Begoña, los hijos del poder jamás se disimulan la mutua antipatía, ni en el verano de 1942 ni en las postrimerías de 2012. Alguien dijo que la fuerza del PSOE radicaba en que era el partido que más se parecía a España, pero se le olvidó añadir que se refería a la España antañona y gris que sueñan estos demócratas de partido único, entonces armados de yugo y flechas, y hoy bajo el puño y la rosa. Coinciden en algo que en el ADN y el apellido los Masip y los Griñán de ambas generaciones: su pánico cerval al librepensamiento y su odio filipino a la discrepancia. También en su tino para colocarse al lado de quien manda, aunque ahora uno camine por la senda del secretario general y otro encarne al presidente inane que pretende descabalgarlo. Camisas viejas, redondistas, hedillistas, militares de África, carlitas, germanófilos, tecnócratas del Opus, aperturistas... nada que no hayan mamado en casa, cuando el padrecito del Ferrol se encargaba de que nada faltase ni a unos ni a los otros.Asuntos de familia