Berlín, Barcelona

Mañana tocan elecciones en Alemania con la canciller Merkel de favorita. Si gana, no será una buena noticia para los independentistas catalanes. Según las últimas encuestas que se han publicado, la actual canciller obtendría entre el 36-39% de los votos, mientras que su rival, Martin Schulz, ex presidente del Parlamento Europeo, que fue recibido como el gran salvador por los socialdemócratas no ha conseguido remontar el vuelo. Si las encuestas tienen razón y se confirman los datos, obtendría el 23 por ciento de los sufragios, mientras que a principios de mes andaba por el 20 por ciento, la cifra más baja en la historia de este partido. La gran incógnita, por lo tanto, y, salvo sorpresa mayúscula, es saber si se repetirá la «gran coalición» vigente ahora mismo. Las bases socialdemócratas no están por la labor. La otra posible coalición sería con liberales y verdes. Ya se verá. Evidentemente estas elecciones son fundamentales para Alemania y el resto de Europa y, si se confirman las previsiones y gana Merkel, una mala noticia para los independentistas catalanes, que se han empleado a fondo para dar a conocer sus tesis en este país. La actual canciller lo tiene muy claro y lo repite una y otra vez, en persona y a través de sus servicios: «Tanto Alemania como el resto de la UE están muy interesados en la estabilidad en España. Y para que haya estabilidad en España es imprescindible que se respeten la Ley y la Constitución», han dicho por activa y por pasiva. Desde Berlín han dejado claro que el Gobierno alemán, si Merkel sigue al frente, apoyará a Rajoy en todo lo que haga falta; también en Bruselas. Esos son los hechos, se quiera ver, o no. Mientras que el Gobierno Federal lo tiene claro, cosa diferente es lo que sucede con los medios de información, en los que reina la confusión. Se nota el trabajo de las «embajadas» catalanas en el exterior y se nota también que la maquinaria del Estado ha tenido completamente descuidado este flanco, que también es clave.