Fernando Vilches

Carlos Argos

El sábado recibía temprano un escueto, pero muy significativo, mensaje de su hijo: «Se nos acaba de ir un gran hombre». No puedo sino estar completamente de acuerdo con él. Ya le he mencionado aquí con motivo de la muerte de su segunda mujer y decía que era una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Y, como tal, tras más de cuarenta años en política, se ha ido de este mundo sin un solo enemigo. Comenzó muy joven, en el grupo Crónica, que asesoró al entonces príncipe Juan Carlos. Fue, junto a don Manuel Fraga, de quien sería su más leal colaborador y su mejor amigo (sobre todo en la última etapa de su vida), fundador de la sociedad de estudios GODSA, en realidad una tapadera que estaba preparando la transición política que se avecinaba en aquel año de 1974.

Tras ello, contribuyó desde el Ministerio de Gobernación a suavizar la situación de muchos exiliados españoles y a sacar de la cárcel a más de un significado personaje del mundo antifranquista. Y es un protagonista muy esencial en el camino que llevó a la derecha española a democratizarse de forma total e irreversible y a arrinconar a la extrema derecha que nunca tuvo ya lugar en la España democrática. Fue a la política a servir a su país. Vivió siempre de su trabajo de abogado en el despacho que fundó con otros dos socios. Mantuvo siempre las líneas abiertas con los grupos de izquierda democrática, porque, además de ser el hombre más bueno que he conocido en mi vida, creyó siempre en el diálogo y en la confrontación (que no enfrentamiento) de ideas.

Se ha ido un hombre crucial en la Transición española y espero que el Partido Popular le dé el homenaje que se merece, pues hizo más que nadie por convertir Alianza Popular (con cuya fundación no estuvo nunca de acuerdo) en el Partido Popular que hoy garantiza una alternancia democrática muy saludable. Pero, además, fue un hombre familiar, cercano, cariñoso, que ayudó siempre, sin esperar nada a cambio, a cuantos se lo pidieron. Haberlo conocido ha sido una fortuna. Haber compartido 40 años de mi vida con él, un privilegio.