Real Madrid

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Chaparrón

La Razón
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El parón de selecciones no ha pillado desprevenidos ni al Madrid ni al Atlético, que exhibe su liderazgo con autoridad, goles y fútbol, y tampoco al Barcelona ni al Sevilla. Todos contentos, goleadas jugosas bajo nubes otoñales que en unas localidades descargan gloria y en otras desatan el infierno. Como en el fútbol. Nunca llueve a gusto de todos y las inundaciones se cebaron con los más débiles. Cerró la jornada sabatina el Madrid (1-6), conocedor de los resultados favorables de sus adversarios. Presión añadida a los cuatro empates precedentes. Pero marcó temprano y empezó a jugar el Betis. Reacción insuficiente. No esperaba el chaparrón posterior. Mucho Madrid, pegada descomunal, más intensidad que distensión e Isco bigoleador. Lopetegui le ha devuelto la fe. Buena noticia.

Lo de Messi es llegar y besar la red. Un gol, al reaparecer en el segundo tiempo, fue su contribución a la cómoda victoria del Barça frente al Deportivo (4-0). El «virus FIFA» salía derrotado del Camp Nou. La siguiente vacuna, en el Calderón. Cuando el ex azulgrana Isaac Cuenca marcó, un escalofrío recorrió la espalda rojiblanca. Minutos de desazón, hasta que Yannick Carrasco la tomó con la red del Granada. Firmó tres goles, otros dos Gaitán y el sexto y el séptimo, Correa y Tiago, respectivamente. También el Atlético hacía los deberes, tampoco aflojaba. Ni lo hizo el Sevilla en Butarque, aunque en un par de minutos vio perdido un partido que ganaba con cierta holgura (0-2, 2-2 y 2-3). La pelota estaba en el tejado del Madrid, que en los tres encuentros ligueros anteriores había registrado otros tantos empates con la consiguiente pérdida de seis puntos. Eso sí que es un virus... erradicado en el Benito Villamarín.