Julián García Candau

Clásico con dudas

El clásico del Camp Nou enfrenta a dos equipos en baja. El Barcelona, porque en Milán no dio la talla. El Madrid, porque contra la Juventus ganó, pero no convenció, ya que contra diez pasó apuros hasta el final. En el Barça existe la razonable preocupación por la forma física de Messi. En el Real Madrid, la confianza en Cristiano es total. Las dos grandes figuras tendrán papeles estelares. Neymar sólo es, de momento, acompañante y Bale, si juega, es aún incógnita.

Ambos entrenadores han de meditar sobre el modo en que han de plantear el partido y ello tiene que ver directamente con la alineación. No caben las rotaciones. Han de jugar los mejores y también los más idóneos para las funciones que se desea desempeñen, de acuerdo con sus teorías para ganar.

Martino no puede tener reserva alguna. Su equipo ha de mostrar todo su poderío, es decir, su juego habitual. No obstante, el estilo ya no basta. Sorprende poco. Le está faltando velocidad y para ello ha de alinear jugadores capacitados para abrir brecha por las bandas como Pedro, que no debe ser suplente de Alexis, cuya participación, hasta la fecha, ha estado definida por la mediocridad.

No parece descabellado pensar que Ancelotti echará mano de jugadores de centro de campo capacitados para destruir el juego de Xavi e Iniesta. No resaltará extraño ver músculo en la zona en que se ha de buscar más destrucción que creación. Al Madrid le basta con el rápido contragolpe en el que Cristiano Ronaldo puede hacer estragos en la defensa azulgrana.

Posdata. Si juega Bale, ¿quién será el sacrificado? Sublime decisión.