Deportes
Culpables los árbitros
L2 Valores
Año nuevo (felicidades a todos), valores viejos. O valores que deberíamos tener siempre vigentes en la testa.
En el cerebro –decía el doctor Marañón– está todo: el amor, las emociones, la voluntad, la honradez...
El Papa Francisco, al que le gusta el fútbol, dice que sin fraternidad y sin reconciliación es imposible la paz. Dice Cristiano Ronaldo, en declaraciones a una cadena de televisión egipcia, que lo más importante es la educación, y que es eso lo que le está inculcando a su hijo. Dice Nadal que sigue teniendo una fe (valor mágico) incombustible en su mente. Y dice Rajoy que «sin ley no hay democracia».
–Sin ley y sin autoridad– me matiza Hernán San Pedro.
Educación, reconciliación, ley, autoridad, paz, fe. 2017, si da vida a esos valores, será un año estupendo, democráticamente.
M3 Placer
El placer de la remontada, o sea Rafa Nadal. Como a los salmones, a Nadal le gusta el esfuerzo de la remontada. Remontada, para Nadal, es no ahogarse cuando se le da casi por ahogado. Remontada, para Nadal, es salir indemne de entre las llamas de un incendio. Contra el croata Dolgopolov, en el primer set, superó tres juegos en contra. Acabó ganando el partido. El croata, que hace un tenis plano, duro, incómodo, contestatario, en lugar de enfadarse, lo felicitó:
–Sigues siendo admirable.
Sigue siendo también un «placer sufrir con él» . ¿Un placer el sufrimiento? Dijo alguien que las virtudes son títulos y los sufrimientos derechos.
Simeone, al regreso de sus brevísimas vacaciones: «No he escuchado la radio, no he visto la televisión. Vengo con una energía enorme». Solapa muchas intenciones en esa frase. Una: «Si no clasifico al Atlético para la Champions, dudo que siga». Otra: «Qué bella es la vida ignorando a los críticos». Deducciones, todas ellas, muy atrevidas .
X4 Zidane
Zidane y el extinguido año 2016. Zinedine Zidane, ese año, partió de la nada, pues un Don Nadie era como entrenador, y consiguió la cifra tres títulos y la cifra de 37 partidos consecutivos sin perder. Gesta. ¿Gesta de Guinness? No lo sé, pero creo que sí. Zidane y su carácter. Dijo alguien que el hombre de mucho carácter no tiene buen carácter, y que un buen carácter vale tanto como un patrimonio. En sólo un año, es ya, en punto a notoriedad, como los Guardiola, Mourinho y Luis Enrique. ¿Cuál es la diferencia entre éstos y el galo? El galo tiene un carácter afable, seductor, y el no menos patrimonio de una calva sedosa, analgésica, hipnótica.
–Sabe tratar, sabe reñir, sabe consultar– opinan de él «talentos» del vestuario blanco.
Carácter y calva, pues, para triunfar. Y sonreír como él. El patrimonio y el poder de la sonrisa: un valor desde Adolfo Suárez hasta el galo.
V6 Árbitros
La eterna cuestión: culpables, los árbitros. Cuestión eterna y canción vieja. Yo creo, desde hace años, que los árbitros jamás se equivocan premeditadamente a favor o en contra de éste o aquél equipo.
–¿Por qué, oiga?
–Respuesta elemental. Los árbitros, cuando yerran, yerran contra ellos. Son ellos los primeros perjudicados de sus yerros. Ser un buen profesional es hacerlo bien. A todos, en nuestros trabajos, nos gusta el sobresaliente, la matrícula. ¿A quién no? El Barça –campaña populista, luego falaz– ha abierto campaña contra el Real Madrid, acusando de «madridistas» a los árbitros. Bueno, esto forma parte del fútbol, también. En San Mamés, es verdad, Borbalán gris, poco acertado, torpe. Más o menos, como el fútbol del Barça, cuyo rey mago y ángel de la guarda sigue siendo Messi.
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