Demasiado bien salen

Visto lo visto y leído lo leído en LA RAZÓN sobre Tohil Delgado, hay que reconocer que demasiado bien salen nuestros estudiantes de los colegios y las universidades, a pesar de lo que digan las encuestas europeas sobre su nefasta preparación. No sé qué habrán hecho ellos para tener semejantes líderes estudiantiles, pero supongo que lo mismo que los ciudadanos para sufrir a parecidos representantes políticos. Desconozco de dónde los sacan.

Me recuerda a ese otro cabecilla estudiantil, Alberto Ordóñez, de perfil prefabricado, con pañuelo palestino al cuello, aunque puede que no sepa ni lo que significa, que después de manifestar que añoraba el tiempo en el que algunos miraban bajo el coche antes de arrancarlo, consiguió que el PSOE le invitara al Congreso como si fuera Nelson Mandela.

Las ínfulas de progresismo artificial y el oportunismo político, yermo de ideas y valores, juegan esas malas pasadas. Pero qué podemos esperar tal y como está el patio: ministros sin carrera ni casi estudios ocupando carteras gubernamentales que casi se dejan olvidadas en las gasolineras; diputados que falsean su currículum para conseguir un puesto en Naciones Unidas o en la Ejecutiva de su partido, a pesar de su nefasto trabajo; directores de la Benemérita que se llevan el dinero de los huérfanos de la Guardia Civil y prefieren pasar años a la sombra antes que devolverlo; banqueros doctor honoris causa por alguna universidad condenados por apropiación indebida; ex tesoreros con querencia financiera suiza; presidentes de empresas acusados de alzamiento de bienes y blanqueo después de decir que para salir de la crisis hay que trabajar más y cobrar menos... ¿Los estudiantes?: demasiado bien salen. Y sin estudiar.