Alfonso Merlos

Desatados y cansinos

Son profesionales del alboroto. Es su oficio. Y por eso han aprovechado el verano para cargar las pilas y volver con ganas a lo suyo. Eso sí, sin novedades. Porque lo suyo seguirá siendo la generación de inestabilidad en las instituciones y la agitación de la calle para crear la falsa imagen de un país que no está controlado. O sea, que enseguida tenemos a la izquierda sirviendo tazas de caldo gordo de propaganda y mentiras. Hasta arriba. De dos en dos, por supuesto. Irresponsablemente, que es la marca de la casa.

El PSOE no ha podido hacer declaración de intenciones más redonda y auténtica. Muy acorde con su ADN político que de forma pluscuamperfecta sintetiza el camarada Óscar López.

El primer propósito será usar informaciones/bulos periodísticos, vomitados previsiblemente por Bárcenas, para presentar no a este canalla sino a Rajoy y al PP como una persona y una organización que han coqueteado con el delito. Y por consiguiente se amenazará o ensayará cualquier fórmula para boicotear la acción del gobierno: los días pares, la moción de censura; los impares, la reprobación parlamentaria; y los fines de semana algo se les ocurrirá.

El segundo propósito será darle una vuelta de tuerca a las algaradas/mareas, sean verdes o blancas, rojas o si es menester, arco iris. Socialistas y comunistas, alérgicos o enfermos de sarampión ante la recuperación de España, se entregarán a azuzar el descontento y la movilización incívica antes de que entre el invierno y la pereza de echarse al asfalto. Podríamos decir que, como enloquecido, el frente anti-PP vuelve a la carga con la misma música y la misma letra, pero aquí no hay más que cacofonía: ni mensaje ni proyecto ni alternativa ni ideas ni patriotismo. Cacofonía y una estrategia que pinchará. Estrepitosamente.