Jorge Urosa

Diputados a pie

El grupo parlamentario del Partido Popular en la Asamblea de Madrid va a proponer la retirada de los coches oficiales de los grupos con representación a partir del próximo ejercicio. Es una medida que parece razonable cuando los madrileños estamos asumiendo los recortes con abnegación. En el caso de Madrid, además, esos recortes llegan por doble vía: una, la puramente presupuestaria y otra, por el déficit de financiación que Madrid está soportando primero con el Gobierno de Zapatero y ahora como consecuencia directa del efecto Montoro.

Parece pues que la medida es ética y estética. Ética porque no son moralmente sostenibles los recortes en Sanidad, Educación y demás servicios públicos mientras se mantiene un parque móvil elefantiásico. Y es sin duda estética, porque queda muy feo que mientras se reestructuran los transportes públicos de Madrid para hacerlos más eficientes, no se utilice el mismo criterio para nuestros diputados, que ya que nos piden el esfuerzo deberían predicar con el ejemplo. Precisamente ejemplo han dado ya el grupo popular y UPyD, que han renunciado a sus coches oficiales, sin embargo el PSOE e IU no lo han hecho y parece que van a agotar el privilegio hasta el final. Llama la atención que aquellos a los que se les llena la boca a la hora de hablar de los ricos y del alma de la derecha no sean tan exigentes consigo mismos cuando se trata de abandonar la poltrona. Entre las garantías que deben gozar nuestros representantes no está sin duda la de viajar gratis por la ciudad a costa del ciudadano.