Ángela Vallvey

Divorcio

La Razón
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La Literatura Comparada es una metodología. Tiene una naturaleza transversal y trata realidades muy distintas, propias de lugares del mundo dispares, que en realidad atienden al mismo fenómeno humano, demasiado humano. El divorcio también es una manifestación de nuestra humanidad confusa. El divorcio es internacional, supranacional, universalista... Cuando alguien se divorcia, no deja de conocer a otras personas que a su vez se están divorciando, o que recuerdan la experiencia de su divorcio –incluso cuando éste ha ocurrido mucho tiempo atrás– y que se apresuran a contarlo. Una vez y otra. A la gente le encanta «comparar» su propio divorcio con el de sus conocidos. Tanto es así que se me ha ocurrido que quizás debería crearse una disciplina –una metodología, en realidad– llamada «Divorcio Comparado». Igual que existe la Literatura Comparada, el Divorcio Comparado terminaría por hacerse un hueco importante entre las Ciencias Humanas. Podría ser una licenciatura, un grado... Los programas académicos típicos de esta nueva materia se podrían analizar en relación a sus asuntos tematológicos: ¿tu marido te engañó, o lo traicionaste tú a él? ¿Qué ha sido más crucial en tu separación, la vergüenza, el miedo, la culpa, la tristeza, el dolor, la soledad...? Estilística y metáforas de la decepción. Estudio de la influencia y la imitación de conductas aprendidas de la ficción televisiva y su incidencia en la vida real de los divorciados. Análisis de la estructura y complicaciones en la comunicación que conducen al divorcio de una pareja. Examen comparatista de los amantes (esos pendejos) de cada cónyuge. Ventajas e inconvenientes de recuperar la soltería. Episodios oscuros y/o bochornosos durante los trámites judiciales conducentes a la separación. Actividades extraacadémicas: Coros y llantos de divorciados (entrada libre hasta completar aforo)... La cosa tendría tanto éxito que habría «numerus clausus» y la licenciatura en Divorcio Comparado no tendría porqué ser más bochornosa que titularse en «el arte futbolístico de David Beckham» por la Universidad de Staffordshire. Lo mejor serían las «prácticas», claro. Muchos culminarían estos estudios en dos ratos muertos, entre los billares y el bar, antes de quedar con su última cita por internet... Sí, en esa web donde lucen un perfil con foto retocada de 1º de BUP, para parecerse a Ashton Kutcher, aunque sólo consigan recordar a un Osama Bin Laden al que se le ha ido la mano con el colorete.

(En fin, pronto arreciará el verano. ¡Ay! Se abre la temporada de divorcios...).