Rojo
El apunte de Francisco Marhuenda: «La descomposición del frente independentista»
El tiempo sitúa a todo el mundo en su lugar. El independentismo nunca tuvo una oportunidad. Las últimas declaraciones de Puigdemont muestran el absoluto patetismo de un proceso caótico, errático y confuso, ya que en el diario belga Le Soir ha dicho que “otra solución a la independencia es posible”. Es difícil saber que discurre en su confusa cabeza. No es un ataque o descalificación personal, sino una simple descripción de la realidad que estamos viviendo y la crisis institucional que ha querido provocar. Es posible que se refiera a la figura de un Estado Libre Asociado, como existe en Puerto Rico o se constituyó en Irlanda en 1922 tras el tratado anglo-irlandés de 1921, como conclusión de la brutal guerra civil que se vivió, y que fue simplemente su tránsito a la independencia final en 1949.
Ahora sabemos, también, que el expresidente catalán, dedicado al turismo y la vagancia en Bélgica, no estaba convencido con las leyes de desconexión tal como explicó el ex consejero Santi Vila en el programa de Ana Pastor. Un modelo de coherencia. Es lo que encontramos también en la populista Ada Colau y el magma Comu/Podemos, cuya expectativa electoral me parece que está siendo exagerada o sobredimensionada. La ambición de Colau no tiene límites y es la más depurada expresión de la demagogia en nuestro tiempo. A la escasa formación y la simpleza de sus ideas y planteamientos programáticos, que parecen salidos de las preguntas que se hacen en los concursos de mises, une una indudable capacidad empática, carisma e inteligencia. Es un ejemplo de lo que quiere una parte de la sociedad. Es muy atractiva para la izquierda radical y el voto joven. Ese tactismo le ha dado muy buenos resultados y su última maniobra ha sido romper el pacto con los socialistas en el ayuntamiento de Barcelona. Colau dice que no es independentista, pero siempre está a su lado. No hay equidistancia. Y estoy convencido de que siempre hubiera votado que sí. Creo que su soberbia le hace cometer errores graves y uno de ellos podría ser estas últimas maniobras que son más tácticas que estratégicas.
Los antisistema de las CUP han sido los que han manejado los acontecimientos durante esta legislatura que ha finalizado. Es un contrasentido. Los partidos del caduco frente independentista tienen ahora intereses distintos y el PDdeCat lo tiene francamente mal. Junqueras y ERC esperan ganar las elecciones con un resultado que les permitan formar un gobierno, incluso, en solitario. Un viejo refrán dice que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo y en este caso es muy acertado. La realidad es que han protagonizado un esperpento que se ha saldado con un ridículo más espantoso. Hay desencanto porque mucha gente se siente traicionada cuando han visto la cobardía de sus líderes y el reconocimiento de que no estaban preparados para la independencia. Ha sido todo un gran engaño. Una historia de personas pequeñas, en su preparación, experiencia y mentalidad, que han producido un daño económico y social enorme.
✕
Accede a tu cuenta para comentar