Reyes Monforte

El buenismo

Qué cosas tiene la enajenación mental, la tergiversación de los credos y la proliferación de iluminados que sólo alumbran paranoias. Para la panda de lunáticos, más conocidos como el Estado Islámico (EI), esos que consideran que Al Qaeda resultó ser un grupo de nenazas acomplejadas, el mundo es una casa habitada por infieles que no abrazamos la religión islámica y que según ellos vamos matando musulmanes cada vez que tenemos un rato libre, y quizá porque se sienten amenazados, nos quieran pasar a todos a cuchillo. En eso consiste su buenismo. El mundo al revés.

Según el embajador iraquí en el Vaticano, en el punto de mira de estos nuevos iluminados está el mayor Infiel de todos, el Papa Francisco, por ser el líder del mundo cristiano, algo que debe suponerles una gran amenaza. Desde el Vaticano, en un afán de aminorar el foco sobre el Pontífice, han negado que exista una amenaza específica aunque ellos conocen igual que todos que éstos no especifican, generalizan, son muy democráticos para eso, ya que la amenaza incluye a todos como pudimos vivirlo el 11-S en Nueva York, el 11-M en Madrid o el 9-J en Londres.

Es curioso que justo cuando el Papa Francisco nos anima a contagiarnos del buenismo que caracteriza a los misioneros allá donde van dejando su impronta, quizá debamos empezar a dejar a un lado un cierto buenismo mal entendido del que hacen gala algunos a la hora de encarar esta realidad dantesca que abraza una amenaza global bajo cuyo paraguas estamos todos. Aquí , como en muchas otras cosas, no conviene ser más papistas que el Papa. Buenos sí, tontos no. Como idea no está mal.