Podemos

El epistemólogo

La Razón
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Los periodistas no se desmayan en esa untuosa definición de «cuarto poder», y no padeciendo complejos de superioridad las peores ironías del oficio son las suyas. «No le digas a mi madre que trabajo en un periódico; ella cree que soy pianista en un prostíbulo». Los condicionantes del periodismo están en la colección de marzo de 1851 del francés «Le Moniteur Universel». Desembarcado el Corso en el Continente, «Le Moniteur» tituló a todo trapo sus tres columnas de primera: «El Monstruo escapa de su destierro». Día a día el rataplán sufrió curiosas evoluciones: «Tropas realistas avanzan para detener al Tigre»./ «El Tirano está en Lyon, cunde el pánico en las calles». «El Usurpador marcha sobre la Capital». / «El Emperador está en Fontainebleau»./ Para rematar obsequiosamente con «Su Majestad el Emperador entró en las Tullerías en alegría universal.¡ Viva el Imperio!». Pablo Iglesias (Jr.) desde un estrado pero con desenvoltura de bar de facultad ha supuesto el aspecto de epistemólogo de un periodista y nos ha ilustrado sobre cómo funcionan los organigramas de los medios, demostrando que no ha pisado una redacción ni en visita guiada. Precisamente como los malos periodistas Iglesias en vez de sobre Geografía Política habla siempre de lo que no sabe. Ya quisiéramos que el secretario General del Comité Central de Podemos tuviera siquiera faz de epistemólogo porque encontraría la Ciencia que le es furtiva entre la realidad y las creencias. Además es ingrato porque fue eyectado por dos televisoras cuya pluralidad no denostará. Este hombre pretende un aire de mesías y a falta de testosterona no alcanza la alopecia de Lenin ni tiene la mirada voluntariosa de aquél. No obstante su modelo informativo reside en «Pradva», «Izvestia», «Gramma», «Juventud rebelde», y, si se lo traducen, el objetivo «Radong Sinmun» de la monarquía coreana. Jesús Suevos no pasó de ideólogo franquista, y clamaba: «¡ministro, aunque sea de Marina!». Como aquél, Pablo inspira ternura porque ni autoproclamándose alcanza una Vicepresidencia y sólo si Sánchez se sigue ablandando podría optar a la Subsecretaría de lo Contencioso-Administrativo. Mi esposa, oncóloga argentina, conoce el populismo pero no entiende este teatro político, quiere saber qué son los círculos y las mareas, y le explico, atendiendo a su formación, que son eyaculaciones y deyecciones del pensamiento único. Jefferson, tercer presidente estadounidense, maltraído por la Prensa, sentenció que prefería periódicos sin Gobierno a lo contrario. Entendamos a Pablo: reverso de Casanova nadie quiere irse a la cama con él.