Restringido

El español en Europa

Europa está en camino de convertirse en una sociedad multilingüe, compuesta por individuos que dominen varias lenguas. Entre ellas, el español ocupa un lugar cada vez más destacado. En cada comunidad lingüística utilizamos unas lenguas que consideramos nuestras. Son las del propio ámbito cultural e histórico, con independencia de su estatus jurídico, ya sean las lenguas regionales, las nacionales o las clásicas. Por eso, siempre han existido personas políglotas, que han sabido utilizar al mismo tiempo, por ejemplo, el gallego, el español y el latín; o el bávaro, el alemán y el griego clásico. En el proceso actual en el que estamos, se pretende que las personas sean capaces de ir más allá de las lenguas nuestras, para salir del propio entorno y relacionarse con los otros países, con las otras comunidades lingüísticas, con las lenguas suyas. La UE es pues, de manera progresiva, un conjunto de países formados por personas capaces de hablar y comprender varias lenguas. De esta manera, se superará el característico encerramiento de muchas comunidades, que han pretendido ser suficientes en sí mismas, diferenciadas de las demás por rasgos significativos, entre los cuales la lengua era y es una cuestión decisiva.

La lengua materna es una propiedad que el individuo no elige libremente. Le viene dada por la familia y por el entorno inmediato de afectos y de seguridades. A partir de ahí, el aprendizaje de las lenguas adicionales está condicionado por la realidad sociolingüística y por varios factores. Por un lado, la elección de lenguas dependerá de la oferta existente en los sistemas educativos reglados y otras instituciones académicas; y, por otro, de la demanda, vinculada al prestigio intelectual y cultural de una lengua, a su utilidad económica o comercial, a las posibilidades de promoción laboral que se perciban y, en definitiva, a las opciones que ofrezcan como instrumentos de comunicación con otras personas. En este sentido, el papel de los institutos nacionales, como el Instituto Cervantes, adquiere una relevancia primordial, por su gran eficacia en la difusión de las propias lenguas y culturas dentro de la UE, para conocimiento de los propios europeos; y, por supuesto, para la proyección de cada país y de Europa en su conjunto, en los cinco continentes. Por la gran utilidad que es trabajar con espíritu de colaboración, nació la asociación EUNIC (European Union National Institutes for Culture), con el British Council, el Institut Français, el Goethe Institut, el Instituto Camoes, la Società Dante Alighieri, la Alliance Française, el Instituto Cultural Român, el Swedish Institut, el WBI belga, el Balassi Institut húngaro y los demás organismos semejantes de los estados miembros.

El Instituto Cervantes ofrece servicios de calidad, a través de su propia red, en 90 ciudades del mundo. La principal actividad es, sin duda alguna, la enseñanza del español a extranjeros, a la que se han añadido la enseñanza de otra docena de lenguas, empezando por las de España y siguiendo por las de otros países para facilitar la integración de los nuestros (v.g. ruso, árabe o polaco para hispanohablantes).

Observamos una creciente demanda de cursos especiales (español jurídico, de los negocios, de la sanidad, del turismo...), así como una mayor necesidad de formación de profesores de español, a los que atendemos desde nuestra sede en la ciudad cervantina de Alcalá de Henares. El trabajo con los profesionales de la lengua (profesores, traductores, hispanistas) y de la cultura (artistas, escritores, gestores culturales) produce un efecto multiplicador de largo alcance.

A nivel mundial, el Instituto Cervantes es la entidad que certifica el conocimiento de español de las personas, mediante el Diploma de Español como Lengua Extranjera (DELE); y la que otorga el sello de calidad de «centro acreditado» a escuelas y universidades que ofrecen la enseñanza de nuestra lengua.

Cuando conmemoramos el quinto centenario de la Biblia Políglota Complutense, la gran obra del humanismo renacentista, en la mejor tradición judeo-cristiana, observamos que la lengua española se ha situado hoy como una de las grandes opciones de millones de personas para ampliar su cultura, su profesión y su futuro.