Política

Alfonso Merlos

El espíritu del 13-M

El espíritu del 13-M
El espíritu del 13-Mlarazon

Rubalcaba en estado puro. El PSOE en su salsa. La maquinaria de propaganda de la izquierda funcionando a todo trapo. Es lo que han perseguido durante año y medio, desde el inicio de la legislatura, sin complejos, sin miramientos, sin tregua y sin reservas. Con toda la artillería. Y ya lo tienen.

No hay sorpresas. Ya se sabe. España no se merece un gobierno que mienta. Los ciudadanos quieren a un presidente que les diga siempre la verdad. Bla, bla, bla. Sobre Rajoy, por consiguiente, recae toda la presunción de culpabilidad. Desde ahora mismo. El juicio sumarísimo ya está consumado. Y el fondo de esta trascendental cuestión que está sobre la mesa repugna. Es muy claro: la derecha –sean liberales o conservadores– no tiene derecho a gobernar este país. Y hay que sacarla cuanto antes del poder. Por las buenas o por las malas. Cueste lo que cueste.

La estrategia de Rubalcaba no puede ser más irresponsable. No quiere explicaciones. No quiere creer a Rajoy. No es verdad que quiera una nueva cabeza del poder ejecutivo distinta a la del ciudadano de Pontevedra. Quiere La Moncloa. Ya. Y no ha convocado a sus correligionarios en Ferraz para cobrarse una pieza en una operación de caza mayor. Intenta dinamitar al Partido Popular completo. A los viejos y a los nuevos.

La película de la moción de censura es eso, una película. Una forma de enredar, generar inestabilidad, trabajar para la división en el grupo parlamentario que apoya al gobierno. Es el divide y vencerás. Y cada uno de nosotros tendrá que ver si deposita sus esperanzas en quien usó los atentados de Atocha para meterse a millones de incautos en el bolsillo, y ahora quiere repetir aliándose con uno de los grandes chorizos de la historia de España. Presunto.