Nacho Villa

El guante alemán

Un verdadero espectáculo. Ésa es la definición. Hay que reconocer que el alemán Özil se salió el pasado sábado en el Nuevo Zorrilla. De sus botas salieron dos golazos, pero más allá de eso, quizá lo que hay que subrayar es que el Madrid tiene muchos y muy variados resortes. Hay veces que los blancos se encasquillan en algunos mecanismos más que previsibles. El sábado lo que demostraron los madridistas es algo que estamos esperando todos: el Madrid lo tiene todo. Sólo es necesario creerse la verdadera capacidad y saber que los goles no llegan por el mismo carril.

Özil es la demostración de lo dicho. El Madrid tiene un gran repertorio. Un repertorio que no falla y que es impredecible. Ésa es la cuestión: ser impredecible y por lo tanto que el contrario no sepa por dónde van a venir las estrategias. El Madrid ofrece unas posibilidades, quizá irrepetibles en el fútbol mundial, que le hacen un equipo completo como pocos. Unas veces destacan unos, otras veces son otros. Es una constelación de estrellas que realmente se complementan y que no tienen razones para competir entre ellos; por eso hacen de este Madrid algo único. Esta semana le ha tocado el estrellato a Özil, pero la semana próxima cambiará de nombre y de posición. Este Madrid es mucho Madrid y al no depender de nadie en concreto, hacen de su juego un auténtico placer para los sentidos.

Lo que nadie puede entender es que todavía haya quienes critiquen a un Madrid tan grandioso. El tiempo lo demostrará.