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El momento de Bildu

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La izquierda radical vasca lleva años utilizando las fiestas de San Sebastián y Bilbao para manifestarse y reclamar la liberación de los presos de ETA o exigiendo una negociación para superar lo que ellos llaman el «conflicto político». El año pasado incluyeron una novedad en sus reclamaciones: la soberanía de Euskal Herria.

Cuatro meses después del desarme de ETA, EH Bildu sigue sin encontrar su lugar en la sociedad vasca. Los menguantes resultados electorales a costa de Podemos han calado en una parte de sus antiguos votantes que comprueban que aun hoy se siguen negando a condenar los asesinatos y la violencia terrorista.

No sorprende por eso que, a pesar de la gran afluencia de visitantes a las fiestas de la capital donostiarra, apenas congregaran el sábado a unos cientos de manifestantes. Pero hubo algo más. Los lemas de otros años pasaron a un segundo lugar pues en esta marcha se trataba de apoyar el proceso de independencia de Cataluña por encima del recuerdo a los presos e incluso de lo que ellos llaman «solución al conflicto vasco». Por eso el lema de la manifestación: «Todo un pueblo en movimiento. Con Catalunya. Con la democracia».

La presencia de la izquierda abertzale no es ninguna novedad. Hace unos días, el coordinador general de EH Bildu Arnaldo Otegi participó en Lérida en un acto promovido por la Asamblea Nacional Catalana y en varias ocasiones ha enviado delegaciones a Cataluña para apoyar a Artur Mas y a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, cuando fueron juzgados. Es decir, que a falta de otras cuestiones que antes le preocuparon más y ahora parece que no tanto, el mundo de Otegi ve en el desafío independentista catalán una oportunidad para proyectarse de cara al futuro.

Hay que decir que también intentó rascar visibilidad por la vía sindical. Sus acuerdos con el principal sindicato vasco, ELA-STV contra el Gobierno de Urkullu, no buscaban tanto solucionar cuestiones laborales –en contra de lo que ocurre en Cataluña, la gestión del PNV está siendo bastante eficaz– sino acercarse a los 100.000 afiliados de ELA para intentar sumar apoyos de futuro. El tipo de acuerdos alcanzado lo dice todo. El sindicato y Bildu quieren crear un frente independentista y que el PNV se sume a él. «A partir de ahora vamos a hacer más política que nunca», señalan los portavoces del sindicato. Bildu sigue agitando. Pero menos.