El ocultador

Mister X. La clave. Pujol Ferrusola. La madre de todos los escándalos y las ocultaciones y los tiros por fuera de la barrera. Los tribunales dirán si la madre de todos los delitos y, por consiguiente, el hombre que ha entendido que los catalanes son chinos; y que valían todas las argucias imaginables para engañar a siete millones de ciudadanos mientras engordaban los números de la cuenta corriente de una particular familia.

¡Claro que sí! No es que haya llegado el momento de decir basta. Es que los palacios de Justicia de buena parte de España, empezando por Cataluña, han tomado la determinación de proceder contra el choriceo, contra el robo de guante blanco a gran escala, contra los que no han dado un palo al agua pero han ingresado en la lista Forbes. ¡¿A qué jugamos?! ¡¿Tenemos una ligera idea de cuáles son las consecuencias?! ¡¿Y nos quejamos por el auge del populismo en la vieja Europa?!

Pura obscenidad. La corrupción del poder político y los demás. En el caso del heredero natural de la megafortuna empresarial y especulativa de los Pujol, nos topamos con lo esencial. O se deja al descubierto para conocimiento de todos los españoles que el proceder de estos aventajados hijos ha sido completamente limpio, o el país entero sacará la conclusión de que este vividor y otros no han hecho más que esquilmarnos, tomarnos el pelo sin pensar en efectos y consecuencias.

División de poderes. Urgentemente. Es el momento. De forma proactiva y diligente son las togas acreditadas y autorizadas las que deben establecer hasta qué extremo y profundidad llega la red de mentiras de los Pujol. ¡Ánimo y adelante! Señores magistrados, está en juego España. Lo que somos. Lo que queremos ser.