El privilegio del PPCV

El PP sigue siendo el único partido de la Comunitat con capacidad y posibilidad de celebraciones como la de anoche en Sueca. En eso debería centrarse, en aprovechar y rentabilizar social y políticamente su posición de privilegio, con el único objetivo de mantenerla mediante el trabajo para solucionar los problemas valencianos. Por eso gobierna desde 1995 y desde 1999 con mayoría absoluta. Por tanto, hicieron bien los oradores en cantar las excelencias valencianas, eludir la rumorología y centrarse en la reivindicación ante Madrid.

Si el presidente provincial y de la Diputación quiere mostrar músculo, orgulloso de su organización territorial, mejor que mejor. Todos a una, a aprovecharse de la ocasión que brinda Alfonso Rus. Su baño orgánico de multitudes se extiende a todos y, especialmente, al presidente regional, Alberto Fabra, que puede mostrar una organización fuerte y unida. Lo contrario conduce a ninguna parte. Coincido con mi amigo Rogelio al sorprenderse por si la cena de Sueca se convertía en una escalada desafiante para dirimir la potencia del partido. Porque resultan curiosos hechos como el de la inspección de la sala por la Conselleria y la convocatoria del lunes en Elda. Si es para sumar, no hay problema. Lo peor que pueden hacer los populares es perderse en colateralidades. Se sabe que las peores guerras son las que enfrentan a los que se aman.

Releyendo este texto, he tenido la impresión de que hay algo de fantasía y que la realidad presenta un camino con algunas curvas peligrosas. Así es la vida.