Julián García Candau

El virus atacó

El virus FIFA obligó a modificar alineaciones. Los síntomas se notaron en el juego. Hubo partidos a medio gas y, pese a ello Cristiano, tras el desempate en Suecia, no pudo terminar el encuentro. La lesión es consecuencia del estrés de encuentros importantes. En el caso de otros futbolistas, los viajes a lo Marco Polo.

El Barcelona, con canteranos, goleó al Granada. Sin embargo, cada vez se le nota más la dificultad que tiene para crear ocasiones de gol. Sigue líder, pero parafraseando al tango según el cual veinte años no es nada, seis puntos, menos. El Madrid, en Almería, necesitó menos de tres minutos para que Cristiano marcara y se le vio superioridad manifiesta. Se le adivinaban oleadas para mejorar el marcador, como hizo cuando se marchó el portugués.

Ancelotti hizo una alineación novedosa. Suplió a Khedira con Illarramendi y contó con Carvajal para el lateral derecho porque tenía la excusa de que necesitaba a Arbeloa para la zona contraria. Se puede presumir que la titularidad de Bale condena a Di María. Isco, marginado unas jornadas, volvió al equipo. Con él es posible otro tipo de juego, aunque lo que precisa el Madrid es enviar balones a Cristiano para que aproveche la menor ocasión de gol. Es probable que Barça y Madrid no hicieran felices a sus parroquianos pese a los triunfos.

La Liga española se ha fraccionado tanto que muchos de los adversarios a que se enfrentan causan sensación de impotencia y antes de comenzar se conoce el resultado. La sorpresa es cada vez más difícil. Lo que resulta habitual es fútbol insulso y relajación de los mejores. Pese a ello, golean.