Enemigos íntimos

Cinco de los 42 clubes de LaLiga no avalaron la candidatura de Javier Tebas, que la presidirá otros cuatro años, aunque es improbable que agote el mandato. Real Madrid, Athletic, Real Sociedad, Elche y Eibar no han secundado el apoyo de los otros 37 socios; lo que no significa que prefirieran al otro candidato, Alex Aranzabal, apeado de la carrera electoral por una masiva falta de aliados. Tebas va a continuar con su proyecto: mejorar los ingresos por TV, erradicar la violencia de los estadios y evitar la formación de la Superliga europea, que sería la tumba del campeonato español... y del inglés, del italiano... El panorama en este sentido es contradictorio: LaLiga quiere desbancar a la Premier del liderazgo mundial, y lo tiene difícil, pues en Reino Unido hay 15 millones de abonados al fútbol televisivo y en España, cinco, una tercera parte, el equivalente a los ingresos de una y otra competición. Sin embargo, van a ser aliados para luchar contra ese campeonato VIP continental que ni siquiera agrada a Villar. Por cierto, la guerra entre la Federación Española de Fútbol y el CSD, con Tebas al lado de Cardenal, ha traspasado la frontera de lo políticamente correcto y los leñazos entre los dos frentes auguran una relación tan devastadora como irreconciliable. Villar ha pedido auxilio al ministro Íñigo Méndez de Vigo para que le dejen organizar las elecciones en la RFEF según un reglamento que el CSD y LaLiga consideran ilegal y las federaciones territoriales, los árbitros, los entrenadores y la AFE, ideal. Es la guerra, que al aficionado, pendiente del Italia-España, le importa un pepino.