Esfuerzo por informar

Un paso más en el camino emprendido hace tres años por la Casa Real para que sus acciones se conozcan por los ciudadanos y se dejen atrás los tiempos en que se echaba en falta una mayor transparencia. El Palacio de la Zarzuela, al dar ayer a conocer su decisión de asignar unos sueldos fijos a la Reina y a la Princesa de Asturias e informar de las cantidades que percibirán por esa tarea, dio otra señal clara de su voluntad de poner al día a la opinión pública de los pasos de interés que se den en el seno de la Institución. Aunque a algunos les parecerá poco importante el informar de este paso e incluso le darán la vuelta y lo utilizarán como ariete para criticar que las consortes de la Familia Real cobren por cumplir con su deber, es de justicia reconocer los avances que se están realizando en la Casa para adaptarse a los nuevos tiempos, en los que se ha multiplicado la exigencia de la ciudadanía por saber a donde va a parar el dinero que sale de sus bolsillos en forma de impuestos.

De no saber más que el montante total de lo que los Presupuestos Generales del Estado asignaban a la Casa del Rey, se ha pasado por sus actuales directivos, a informar con detalle de la cuantía de que constan las distintas partidas de esos presupuestos. Y de no saber si el Jefe del Estado pagaba o no las facturas de los médicos que le atendían, se ha llegado a conocer con exactitud el coste de las últimas tres operaciones que ha sufrido Don Juan Carlos. Porque aunque parezca una paradoja, en un país donde la asistencia sanitaria es gratuita y universal, el Rey no tiene derecho a beneficiarse de la Seguridad Social porque no es autónomo ni trabaja por cuenta ajena. Así que los problemas de salud recientes del Rey, a quién se le ha criticado que recurriera a la sanidad privada, le han salido al Monarca por un ojo de la cara. Menos mal que de vez en cuando surgen doctores como el cirujano Cabanela, que no ha querido cobrar a Don Juan Carlos por considerar un honor para él operar al Rey de España.