José Ramón Pin Arboledas

España, ¿contaminada?

España, ¿contaminada?
España, ¿contaminada?larazon

Durante 2012, España era el contaminante de la zona euro. Su prima de riesgo, que superó los 600 puntos, ponía en riesgo la estabilidad de la moneda común. Se hablaba de un rescate importante e incluso de la vuelta a la «neopeseta».

Este año, las tornas han cambiado. Pese a las noticias políticas internas, España goza de relativa estabilidad financiera. Bien lo demuestra la resistencia de la prima de riesgo a subir mucho. La deuda soberana del país ha aumentado, pero ha cambiado de manos; una buena parte la compraron bancos o fondos nacionales (como el de pensiones); nos lo debemos a nosotros mismos. El sistema bancario avanza en su saneamiento y el crédito volverá.

En consecuencia, se entiende mal el ruido que el rescate de Chipre produce en nuestros medios de comunicación, en la Bolsa y en las oscilaciones del precio de la deuda soberana. Lo que representa Chipre en el PIB de la zona euro no es suficiente, es minúsculo. ¿Hay algo más?

La torpeza de la operación chipriota produjo una pérdida de confianza en la habilidad de los eurócratas. La amenaza inicial a todo tipo de depósitos, incluyendo los de menos de 100.000 euros, alertó a los ciudadanos y a los que los representan en los parlamentos nacionales, porque de sus votos dependen. Por eso, las miradas se han dirigido hacia aquellos países que tienen una estructura bancaria a la que puede afectar la crisis. El primero: Eslovenia. El pequeño país que vino de la antigua Yugoslavia. Se calcula que tiene 7.000 millones de euros en activos tóxicos, entre un 8% y un 9% de sus préstamos totales. Alguno de sus bancos ha aumentado su capital para hacer frente a esa morosidad, pero quedan otros. ¿Tendrá que acudir la Unión Europea al rescate?

Eslovenia es una minucia. El BCE la puede digerir sin problemas. Su cercanía geográfica y cultural a la «Gran Germania» (Alemania, Chequia, Austria y parte del Benelux) es su baza. Pero, ¿y si este fenómeno se traslada a países como Italia o Francia? Cual fichas de dominó, el proceso sería imparable y España pasaría de contaminante a contaminada. En lo que están de acuerdo todos los analistas es en la falta de habilidades políticas de los eurócratas, incapaces de tener la más mínima sensibilidad ante mercados y ciudadanos. En verdad, lo único que puede poner en peligro a la Unión Europea es ella misma. Esperemos que no ocurra.