Esperanza y Montoro

Montoro y su banda mienten. No lo digo yo. Lo ha dicho el habitualmente comedido y sosegado presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que se mostró indignado por los resultados del Consejo de Política Fiscal y Financiera de hace un mes. Habló de «manipulación, improvisación y falta de preparación» por parte del ministro de Hacienda y sus chicos, a los que pidió una rectificación sobre una serie de datos que habían facilitado porque «son una mentira». Supongo que Herrera tiene la esperanza de que el responsable, junto con Rajoy, de dos de las mayores subidas de impuestos en la historia de la democracia española, aproveche la ocasión que brinda la Convención del PP para dar una explicación sobre el maltrato fiscal que sufre esta región, y también otras como Madrid y Galicia, que curiosamente figuran entre los graneros del votos del PP. Los máximos dirigentes de estas dos útimas, Feijóo y González, también han puesto el grito en el cielo, en mayor o menor medida, por las actuaciones de Montoro. Yo mantengo la esperanza de que alguien en ese partido tenga el sentido común de pedir perdón a los ciudadanos por esas subidas de impuestos, que era lo contrario de lo que figuraba en su programa electoral, y, sobre todo, porque el responsable de la política fiscal saliese a anunciarlas (dos veces, dos) riéndose. Y, ya puestos, tengo la esperanza de que Esperanza Aguirre aproveche este acto para explicar a sus correligionarios y, de paso, a todos los demás, las razones por las que dimitió como presidenta de la Comunidad de Madrid nueve meses después de haber pedido el voto; después, siguió enredando. Ya dice el refrán que la esperanza es lo último que se pierde.

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