Paloma Pedrero

Esto es de chiste

Digo yo que podían haber analizado la composición de las hamburguesas antes de ponerlas a la venta y seguro que ahora no se estarían echando las manos a la cabeza por haber encontrado ADN equino en un trozo de carne etiquetado como vacuno.

Dejando al margen que la carne de caballo es mucho más sabrosa y saludable que la de cerdo y la de vacuno al tener más hierro y menos grasa, lo verdaderamente denunciable, y espero que alguien lo haga (a no ser que la Justicia en aquellos lares funcione tan mal como en éstos), es que las cadenas de supermercados que han puesto a la venta estas hamburguesas no tengan controles de calidad, porque se supone que deben carecer de ellos si no detectan que sus proveedores han convertido una hamburguesa en el camarote de los hermanos Marx versión culinaria.

Quizá ocurra como en el del chiste de los dos productores de alimentos cárnicos, donde uno le pregunta al otro por qué su producto es mucho más barato que el de la competencia, y el hombre le dice : «Yo mezclo carne de caballo y de codorniz al 50%, ya sabes, una codorniz, un caballo, una codorniz, un caballo».

Eso sí, han tardado poco los irlandeses en acusar a España como país de origen de esta extraña mezcla, quizá por nuestras airadas críticas contra su aerolínea Ryanair, esa que trata a los viajeros como auténtico ganado. Quizá por ahí venga la confusión. Ésa es la seriedad con la que se toman algunos nuestra alimentación y nuestra salud.