Miguel Ors

Felipe VI y Del Bosque

L16 Divisas

Divisas. La de Simeone es la tan archisabida de «partido a partido», con la que el Atlético de Madrid, a lo Pablo Iglesias, ha sido la sorpresa de la «casta» de la Liga. La de Marc Márquez, ese piloto cinco estrellas de cuatro puntas, es la «domingo a domingo», divisa con la que, a día de hoy, suma siete gloriosas victorias consecutivas en la liga Moto GP.

Soy hombre de devociones. Soy devoto de Dios por si acaso, soy devoto de la mujer (la más bella creación del Creador del mundo) y soy devoto de Marc Márquez, el otro Nadal del deporte español, por lo que de él dice, entre maravillado y sorprendido, el héroe Valentino Rossi: ¿cuál es su límite, tiene límites este ragazzo? Qué paradójica es la vida. Marc, de adolescente, se miraba ensoñadoramente en Rossi y se decía: «Quiero ser como él». Rossi, hoy, se mira en Marc y piensa: «No doy crédito a lo que veo».

M17 Sáez

José Luis Sáez nació con un par de balones de baloncesto en la entrepierna. Preside la Federación Española desde hace no sé cuántos años, muchos. Y ahí está: irónico, cartesiano, fresco y con fe basáltica en la selección española de baloncesto. «Creo de verdad que tenemos el mejor equipo del mundo», afirma Sáez en los Desayunos de Europa Press. No duda de que España vestirá de éxito y oro la organización del Campeonato del Mundo. Se refiere también, durante un minuto, con cariño y gratitud, a la selección española de fútbol para reprochar el vicio español del «permanente pesimismo».

La gente de la casta deportiva española, lo tengo constatado, es «estéticamente», siempre, brava, optimista. Y nada ambigua.

Acabado el desayuno, por cierto, escucho, entre gente socialista, en el vestíbulo del hotel, la siguiente opinión con motivo de «las elecciones» a secretario general del PSOE, del que abdica (la moda en España no es dimitir, es abdicar) Alfredo Pérez Rubalcaba (excelente atleta cuando Franco):« Yo votaré a Pedro Sánchez. Culto, bien preparado, profesor universitario, políglota, ecuánime, inteligente y del Atlético –esto lo deslizó sonriendo–. Y nada ambiguo: además, para él, la unidad de España es intocable. Eso es Pedro Sánchez. Eduardo Madina, en cambio, cuando se refiere a Cataluña, esgrime ambigüedades como consulta legal, diálogo. ¡Ya está bien de contemplaciones con los que se pasan por la entrepierna la Constitución!

J19 Mens...

Dos golpes de K O y a la lona: uno, dos, tres... Esto pasa en el boxeo, en el fútbol y en la vida. ¿Por qué buscarle tres pies al gato? ¿Qué le ha pasado a la ex colosal selección de Del Bosque en Brasil? «Todo fluye, todo cambia, nada es inmutable», que decía el griego Heráclito. Y también, al respecto, esto: «Mens sana in corpore sano», que escribió el poeta Juvenal en su plegaria a los dioses. La explicación de la eliminación de España, sin retórica y sin lágrimas, la expone muy racionalmente Xabi Alonso: «No estábamos preparados ni mental ni físicamente». ¿Lo ven? Falló la «mens sana» y falló el «corpore sano». Un problema, pues, de salud física y mental como consecuencia de un año de muchos torneos y de muchos partidos. Además: el fútbol, como la luna, rota y es cíclico. Pensar en una luna siempre «llena», siempre quieta, siempre brillante y siempre inmutable es imposible. Me remito de nuevo a Heráclito.

V20 Del Bosque

Admiro a Del Bosque por su talento y la estética de su señorío: por ambas cosas. Se especula con su dimisión. ¿Se irá, se quedará? Del Bosque es «un pasado» de oro, de títulos, de halagos. ¿Debe ser su futuro el recuerdo de su maravilloso pasado de miel y brillo? Lo ha conseguido todo, antes en el Real Madrid, a continuación en la Selección. Agavilla 63 años. ¿Se es viejo a su edad? Felipe VI, ayer, en su discurso de proclamación, habló de juventud y de una «Monarquía renovada para un tiempo nuevo». ¿Se es joven a los 63 años para afrontar en la Selección un tiempo nuevo de renovación? Pienso, no sé si afortunadamente o no, que Del Bosque debiera «abdicar», como Don Juan Carlos, que ha sido de la A la Z un Rey galáctico, y dar paso a un joven vital y renovador como Felipe VI. No estoy cuestionando ni el talento ni el señorío de Del Bosque, también galáctico (por eso es marqués), sino pensando en lo que un día dijo Guardiola: algo así como que el «mal» del fútbol no es ganar ni perder, sino «soportar todos los días» la presión del ambiente social y de la crítica.