Filosofía de vida

En un país como el nuestro, vapuleado por la falta de valores y la corrupción, la noticia de que las asignaturas de Ética y Religión no vayan a ser alternativas, sino, para quien lo desee, también complementarias, al ponerlas la LOMCE a la altura de las demás asignaturas, no parece tan descabellado. Sin embargo, siempre ha pensado que la Ética es parte de la filosofía. E incluso podría decir que es una filosofía de vida. Tengo la sensación de que tal asignatura, complementada con la de la ciudadanía, solo es un invento de los políticos para tener otra herramienta más a su servicio. Insisto, la ética y los valores ciudadanos, deberían estar donde corresponde, en el ámbito de una Filosofía a la que yo agradezco mis mejores dudas y pensamientos. En cuanto a la Religión, que quieren, siempre he pensado que debería ser obligatoria, por la relación que tiene con nuestra cultura. Es decir, ahora cabría estudiar, más bien, historia de las religiones, para que aprendamos a convivir con todas y a saber, verdaderamente, cuál es la que nosotras queremos elegir; pero tendríamos que aplicarnos más en conocer el cristianismo y todas sus vertientes, porque son la base de nuestra forma de vida, de donde procedemos y de donde proviene todo nuestro modo de comportamiento y de entender las relaciones humanas. Rechazar estos saberes es dibujar un agujero negro en nuestros conocimientos esenciales. Y dejarlos a la elección de cada cual, me parece que es hacer un flaco favor a los que se quedan sin ellos, no porque yo pretenda que todo el mundo crea, como yo, sino porque considero que, esa manera de concebir el mundo, es la que nos ha traído hasta aquí.