Goleadas de Paco Jémez

Al Rayo le han metido 30 goles en doce partidos (tres victorias y 9 derrotas). Es el último de la clasificación, empatado a 9 puntos con Almería y Betis. Contra el Madrid perdía 0-3 el sábado en 48 minutos. Frente a la frialdad de estos números se deduce que es una calamidad con pie y medio en Segunda, cuando todavía hay que disputar algo más de las dos terceras partes del campeonato. Pero el análisis es precipitado. Los valores del equipo están muy por encima de las cifras, aunque éstas le condenen.

Enfrascado en la ley concursal, y en concurso de acreedores por lo menos hasta enero, ha encontrado en Paco Jémez al entrenador capaz de convertir la miseria en virtud. La pasada temporada fue el equipo con mayor posesión en la Liga después del Barcelona, y el cuarto de Europa. Eso le sirvió para jugar al fútbol que daba gusto verlo y para terminar octavo con el presupuesto más bajo de Primera División. Sólo sus problemas económicos le privaron de entrar en la Liga Europa.

Comenzó el nuevo curso con Paco Jémez en el banquillo; idéntico entrenador, los mismos conceptos futbolísticos y una docena de bajas importantísimas. De los 50 goles que el Rayo marcó la temporada pasada, 36 los hicieron entre Delibasic, Baptistao, Piti y Chori Domínguez. Se fueron, como Javi Fuego, Figueras, Amat y Casado. Al contrario que equipos como el Madrid, que con una ocasión son capaces de marcar dos goles, el Rayo necesita cuatro para hacer uno. Pero no renuncia a su manera de jugar, a su orden, a su posesión y a la forma que tiene su entrenador de entender el fútbol. Sabe que le acecha el descenso; pero va a morir cantando.