Julián Redondo

Gollum

La Razón
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Están en el Barcelona con la mosca detrás de la oreja, temerosos cual Gollum con su tesoro, por el presunto interés del Real Madrid por Neymar. Por allí cavilaron que hoy por hoy el jugador más deseado para abarcar un proyecto a largo plazo es ese brasileño que allende el césped sólo procura dolores de cabeza, pero que sobre la hierba es la reencarnación futbolística de Cassius Clay o Muhammad Ali: baila como una mariposa y pica como una abeja. El precio de este danzarín con remate letal es de 190 millones de euros. Más de un jeque, de los que siempre están en boca de todos y los representantes utilizan para encarecer el producto y rascar unos milloncetes, ha echado cuentas, y en el Santiago Bernabéu ya no parece una cantidad exorbitante o que no se pueda amortizar. Por otra parte, al margen de los conflictos judiciales que persiguen al «crack», como escudo protector es un cheque en blanco. Aúna juventud, talento, carisma, presente y futuro. ¿Hay quién dé más?

La faena que el Real Madrid le haría al Barça si le arrebatara a Neymar sería una escena repetida, pero con más morbo aún de la protagonizada con Figo. Restaría un elemento esencial a las siglas MSN y al equipo azulgrana le haría un roto considerable porque, hoy por hoy, no hay otro jugador que prometa y entusiasme más que Ney. Pero, claro, las cábalas bordean la elucubración más ahora que la FIFA intenta frenar en seco la expansión del Real Madrid, que, de ser finalmente sancionado, no podría afrontar esta empresa, ya de por sí complicada sin palos en las ruedas. No obstante, ahí está Bale. Zidane se empeña en que Cristiano Ronaldo es el líder del equipo, pero el galés está listo para el relevo. Gareth se está encontrando y Neymar aparece lejísimos.