Gracias por venir

Era la despedida de las revistas de Lina Morgan: ¡Gracias por venir! Lo mismo podemos decir a los 68 millones de turistas que según Rajoy vendrán en 2015. Los primeros siete meses han sido de récords en entrada de extranjeros, gastos y creación de trabajo.

El fenómeno tiene causas estructurales y coyunturales. Entre las primeras, la situación. España está en la zona meridional de Europa rodeada de playas; encrucijada desde donde ir y venir con un clima excepcional. Una historia rica con ciudades monumentales y una gastronomía excepcional. Una vida con la calle de protagonista, algo imposible en otras latitudes, con instalaciones hoteleras, sanitarias e infraestructuras de transportes de las mejores del mundo. Sin olvidar una imagen de seguridad ciudadana y un gran plantel de empresarios y profesionales en el sector.

Las causas coyunturales, menos estables, son: el descenso del euro, que ha hecho que muchos turistas encuentren Madrid y Barcelona baratos, lo que no ocurría antes, cuando ir a Nueva York era una ganga; además, la «devaluación interior» y la contención de precios derivada de la política económica del Gobierno nos ha hecho competitivos. Otra causa temporal es la inestabilidad en parte de los competidores cercanos (África del norte y el mediterráneo oriental). Y otra, la recuperación de la economía europea y norteamericana (a pesar del descenso del turismo ruso). Todo ello con una estabilidad política que aleja amenazas presentes en otros países.

Así que no es raro que el turismo haya creado trabajo en esto siete meses. Por eso hay que aprovechar los factores estructurales naturales y llegar a la excelencia, donde se puedan mejorar. Porque parte de los factores coyunturales pueden cambiar. Pero hay uno que depende de nosotros mismos: la estabilidad política y la política económica que nos ha hecho competitivos ¿Lo mantendremos? En todo caso, turistas, gracias por venir.