Toni Bolaño

Homs I, el ocurrente

No hay nada peor que hacer política con ocurrencias. Sólo enredan y no aportan nada. Los ocurrentes no piensan lo mismo. Su máxima es ser el ombligo del mundo aunque hagan todo un tratado sobre la sandez. El conseller de Presidencia, Francesc Homs, ha conseguido que la ocurrencia sea su «modus vivendi». Es de esos que quieren pasar a la historia. Su esfuerzo tendrá premio. Será Homs I, el ocurrente.

Después de su fichero de adhesiones, al Govern le toca el turno a convertir las europeas en un ensayo general de la consulta. Aunque sea una ocurrencia habrá que preguntarse el porqué. Quizás los datos demoscópicos en manos de Homs evidencian un mal resultado para CiU y se está afanando en construir una nueva cortina de humo para camuflarlo. Se trata de explicar a los catalanes que lo importante es que gane el derecho a decidir. Que no importa que CiU no gane. Que lo importante es el país. A otro perro con ese hueso, señor Homs.

Homs I, el ocurrente, ya apadrinó la posibilidad de una candidatura conjunta para las europeas de CiU y ERC. Le salió el tiro por la culata. ERC se sacudió el tema con cajas destempladas. A tenor por la respuesta de Alfred Bosch, el menosprecio de los republicanos a su nueva idea no es menor. Esquerra tiene como objetivo hacer el sorpasso sobre CiU. Quieren liderar el proceso soberanista, sin marcas blancas. Homs pretende estar la noche electoral, calculadora en mano, interpretando el voto aunque sea sumando churras con merinas. En las europeas se votarán políticas. Derecho a decidir, legalidad vigente, independencia, no independencia, recortes, derechos sociales. Todo un paquete. No son unas elecciones unidireccionales como pretende Homs I, el ocurrente, son multidisciplinares. ¡Ah!, y por si no se ha enterado, las elecciones europeas son una consulta legal.

En los últimos días, en CDC andan nerviosos. Mas hace una semana abroncó a sus militantes. Coincidía con un desastroso viaje a Bruselas. Las puertas estuvieron cerradas. Las relaciones con Unió son manifiestamente mejorables. Con las élites, también. Mas se está dando cuenta que cada vez son más los empresarios que no aceptan comulgar con ruedas de molino. Al igual que muchos ciudadanos. Para compensar, arrecian con el discurso del miedo, ése que explica que todo el monte no es orégano. Para superar estos sinsabores, Homs I, el ocurrente, tiene eso, ocurrencias. ¿La próxima? No tardará, no desesperen.