Irene Villa

Inolvidable

La Razón
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Os tengo que contar esta semana intensa, llena de momentos inolvidables. Los X Premios Cofrades Ciudad de Marbella, que fomentan la celebración de la Semana de Pasión, tanto en Marbella como en toda Andalucía, y ensalzan logros y valores positivos que han transmitido a la sociedad sus premiados, han sido muy emocionantes. Agradecida por haber formado parte y respirado su grandeza. Mi querida Nieves Herrero nos emocionó con un sentido homenaje a nuestros padres, quienes nos transmiten valores y tradiciones.

Además, ha sido para mí un honor amadrinar la inauguración de una nueva maravillosa Casa Ronald Mc Donald en Madrid por lo que estos lugares representan, por la cantidad de niños que estarán felices junto a sus familias, por lo que sé que ha costado llegar hasta aquí y la ilusión y empeño que han puesto todos para que los sueños de salud se cumplan antes y, especialmente, por lo importante y necesario que es ir superando un proceso médico, a veces demasiado largo y costoso en diferentes aspectos. También los valores positivos y el amor que en estos centros se respira son clave en la recuperación. Comparto la filosofía de un «hogar fuera del hogar», ya que parte de la responsabilidad de la recuperación de un niño está en tener a sus familiares cerca para superar este duro trance y mantener un ambiente positivo y cotidiano. Es una labor beneficiosa, tanto para los niños como para sus familiares y amigos.

Por último, quería recomendaros una obra de teatro: «Ana el 11 de marzo» (hasta el 10 de abril en el Teatro Español de Madrid). Tres mujeres en diferentes etapas de la vida con las que cualquiera puede identificarse y cuyos sentimientos te atraviesan magistralmente: una madre, una esposa atravesando tiempos difíciles en su matrimonio y una apasionada e ilusionada amante. Las tres acaban de perder al hombre de su vida en los trenes de la muerte y las tres tendrán que mejorar un mundo impredecible, cruel e injusto por culpa del terrorismo, con su actitud. La obra de Paloma Pedrero tiene mensajes maravillosos. Lo principal: no olvidar lo inolvidable.