Lucas Haurie

Kerry entró en campaña

La Razón
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El municipio de Cuevas del Almanzora es el último confín de Andalucía, colindante con Murcia, y en su término se halla Palomares, bellísima playa mediterránea conocida por el celebérrimo chapuzón de Fraga y su Meyba. Se sobrepasó el medio siglo desde que un avión estadounidense dejó caer tres bombas atómicas en sus aguas pero hasta hace dos semanas no selló John Kerry, jefe de la diplomacia yanqui, el compromiso firme de limpiar de una vez por todas sus aguas, que (se dice) presentan unos índices de radiactividad superiores a los aconsejables; valga el paréntesis para mostrar el escepticismo del firmante con toda veleidad de los ecologistas profesionales, habida cuenta además de que, en cincuenta años, no ha habido entre la población de la comarca ninguna consecuencia tangible del accidente nuclear. Es tiempo pues de realizar los beneficios de aquella desgracia, que no fue tal, aprovechando la generosidad del amigo americano, única superpotencia del planeta a la que la política exterior de García-Margallo ha vuelto a acercarnos. No es el de Asuntos Exteriores el ministro más brillante de este Gobierno, ni mucho menos el más discreto, pero ha conseguido regar con dinero y en vísperas electorales una circunscripción afín al PP y una provincia al frente de cuya Diputación resiste Gabriel Amat, personaje de métodos discutibles pero con incuestionable tirón en las urnas. Con treinta años de retraso, los populares parecen haberse dado cuenta de las ventajas que proporciona un hábil manejo de los presupuestos y de sus ritmos de distribución. Entre la macroeconomía, el miedo al separatismo catalán y estos pequeños empujones clientelares, acabará Rajoy salvando los muebles el 20D.