Rosetta Forner
La conversión del diablo
¿Pueden salirle alas a un diablo? ¿Es posible que alguien, cuyo corazón está lleno, metafóricamente hablando, de negrura y maldad, sea capaz de regenerarse, arrepentirse y cambiar? Por ser posible, lo es. No soy experta en «mentes criminales», empero me he preguntado muchas veces qué pasa por dentro de una persona para que ésta sea capaz de hacer daño a otras a sabiendas de lo que hace, y además halle placer en ello.
Creo en el ser humano. Creo que es posible que un alma deje de adorar al diablo, pase su periodo de contrición, asunción de responsabilidad vital y expiación de culpa, se regenere y algún día le salgan alas donde antaño hubieron puñales. Si no fuesen posibles los milagros, si no existiese el perdón, ninguno de nosotros hallaría paz en su corazón.
Perdonar no significa disculpar, simplemente es librarnos de las ataduras que nos encadenan al acto erróneo del otro. Comprendo perfectamente que perdonar soltando, o sea, perdonar-perdonar, cueste cuando uno tiene el alma escocida, y tendría que ser el mismísimo Dios para poder otorgar ese perdón con mayúsculas. Existen casos de conversión milagrosa, de personas que pasaron de ser asesinos a santos, dejaron las armas y se convirtieron en apóstoles de esa fe encontrada entre los pliegues del perdón. Desafortunadamente, no es lo que abunda, y la mayoría persevera en la senda de la autodestrucción y del lastimar a otros, antes que ponerse las alas, cuando en el Cielo hay un excedente de éstas listas para llevar.
✕
Accede a tu cuenta para comentar