César Lumbreras

La «espantá» de «Espe»

Se han cumplido ya más de cuatro meses desde que Esperanza Aguirre diese su particular «espantá» como presidenta de la Comunidad de Madrid y diputada en su Asamblea Regional, que no de la política, como demuestra un día sí y otro también. Sin embargo, a fecha de hoy, no tengo claras las razones de esta dimisión. Además, no había transcurrido todavía año y medio desde que Aguirre se multiplicó en la campaña electoral pidiendo el voto de los ciudadanos para la siguiente legislatura, cuando se produjo la «espantá». Si no recuerdo mal, las legislaturas tienen una duración normal de cuatro años, por lo que se supone que, al solicitar el apoyo de los votantes, asumía ese compromiso, ya que en ningún caso avisó de que pasados quince meses iba a dar la «espantá». Es verdad que las circunstancias de la vida pueden cambiar de un día para otro, lo que obliga a tomar decisiones con las que no se contaba. Pero, en estos casos, a la hora de presentar la dimisión, se explican esas causas tan determinantes, especialmente a aquellos que votaron su candidatura. y ya está. No recuerdo que esto sucediera, ya que tan sólo hubo argumentos como dedicar más tiempo a la familia. La verdad es que se lo podía haber pensado mejor antes de asumir un compromiso para cuatro años, sobre todo cuando comprobamos un día sí y otro también que sigue en el primer plano de la actividad política (se mantiene como presidenta del PP de Madrid) y de cara a los medios informativos, además de haber fichado por una empresa de cazatalentos. Además, mucho de lo que dice y hace va encaminado a plantear problemas a Rajoy. ¿Para cuándo una explicación convincente a esa «espantá»?