César Lumbreras

La PAC y la Política de cohesión sufren el mayor recorte

La PAC y la Política de cohesión sufren el mayor recorte
La PAC y la Política de cohesión sufren el mayor recortelarazon

Los recortes en el presupuesto de la UE para el periodo 2014-20 que se han puesto encima de la mesa (ayer por la noche hubo un nuevo documento de compromiso, que sustituye al anterior, en el que se planteaba un «tajo» para España de 20.000 millones de euros) afectarán de lleno a la PAC y a la Política de cohesión, salvo sorpresas de última hora. En el caso de la primera, la partida más perjudicada sería la de ayudas directas y apoyo a los mercados. A España llegan por este concepto algo más de 5.500 millones de euros al año, que sufrirían una reducción todavía por precisar. En principio sería lineal, por lo que, entre los sectores más afectados estarían aquellos que perciben más dinero de las arcas comunitarias, como el de los grandes cultivos (cereales, oleaginosas y proteaginosas); a continuación vendría el del aceite de oliva, que actualmente se beneficia de unos 1.000 millones de euros al año. Los ganaderos que se dedican al vacuno de carne y al ovino-caprino también deberían enfrentarse a un recorte de las ayudas directas que perciben.

La política de desarrollo rural sería asimismo otra de las grandes perjudicadas. Ya hay un «tajo» significativo en los documentos que ha presentado el presidente permanente del Consejo. Con los más de 1.000 millones de euros al año que llegan por esta vía se financia una parte de los planes de desarrollo de desarrollo rural, que recogen obras y actuaciones diversas en el medio rural español. Existe un plan nacional y uno por cada Comunidad Autónoma.

En caso de que España se viese entre la espada y la pared y tuviese que hacer concesiones, todo apunta a que daría prioridad a las partidas dedicadas a las ayudas directas y el apoyo a los mercados, que se financian íntegramente con cargo al presupuesto comunitario, en perjuicio de las correspondientes a desarrollo rural. Hay que tener en cuenta que, dada la difícil situación financiera española, se corre el riesgo de que no haya dinero para cofinanciar el porcentaje que corresponde al Estado miembro en esta última política y que se pierda la parte de Bruselas al no ejecutarse las actuaciones correspondientes.

Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura son las regiones que más dinero reciben de Bruselas actualmente. Por este motivo son, en principio, las que deberían hacer frente a los mayores recortes. No obstante, esto dependerá finalmente de tres hechos: el resultado de la negociación presupuestaria en la UE; el acuerdo que se alcance más tarde para reformar la PAC y distribuir esos fondos y, por último, de la negociación interna hispano-española para distribuir el dinero que llegue desde Bruselas. El otro gran «tajo» se daría en la política de cohesión, que sirve para financiar obras en infraestructuras y políticas de creación de empleo a través del Fondo de Cohesión y de los llamados Fondos Estructurales. El resultado de la negociación dirá cuáles son las regiones que resultan más perjudicadas.