Luis Alejandre
La presión turca
A modo de tesis, con asumido riesgo de poder equivocarme, amparado en la libertad de opinión que me concede el director de este medio, sostengo que la actual crisis migratoria que se le ha venido encima a la Europa central, es una calculada maniobra de presión turca. Cientos de refugiados en marcha desde Budapest gritaban: «¡A Alemania, a Alemania!» Mientras, en la estación de Keleti se repartían fotos de la canciller Merkel. ¿Por qué no de Obama?
Turquía –al igual que ll Líbano y Jordania, no lo olvidemos– viene sufriendo desde hace cuatro años la presión que ejercen en su frontera miles de refugiados sirios a consecuencia de la doble guerra que se libra, la propia civil en Siria y la que extiende el DAESH, no sólo en su territorio sino también de Irak. Ankara se mantuvo al margen del conflicto, hasta que a raíz del atentado que dejó 32 muertos en Suruc a finales de julio de este año, declaró la guerra a la organización terrorista. Los norteamericanos asintieron con el objetivo de «establecer una zona libre del Estado Islámico y garantizar una mayor seguridad y estabilidad a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria», como diría un portavoz de Washington. EE UU conseguía de paso poder utilizar la base de Incirlik para sus bombarderos, a la vez que autorización para cruzar el espacio aéreo turco. La decisión reactivó el problema con el PKK kurdo y se sumó al drama que ya causaban los millones de refugiados acogidos en campamentos en el propio territorio turco.
E imagino que alguien se preguntó: ¿nos comprende y ayuda Europa?; ¿sigue tibia y vacilante como siempre, mirando hacia otro lado en el tema de Siria?; ¿son conscientes de lo que representan millones de refugiados en nuestro territorio?.
¿Qué Europa?. ¿La que desde septiembre de 1963 viene dando largas a nuestra adhesión? ; ¿la que ha admitido desde entonces a 16 países que se nos han adelantado?; ¿ la que dice que en los mapas estamos fuera de ella?; ¿ qué mapas ?; ¿ los diseñados al finalizar la Primera Guerra Mundial, en la que Francia e Inglaterra se repartieron los restos de seis siglos de nuestro Imperio Otomano? ¿No están más a oriente Georgia y Armenia y se consideran europeas?.
¿Dirán que influye el factor religioso? ¿No son musulmanas Kosovo, Bosnia o Albania?.
¿ Que las relaciones son malas con Grecia, Chipre o Armenia? Con Grecia estamos en la OTAN y cumplimos.
¿ Qué arrasaríamos los Fondos Estructurales –la renta de Turquía es un 75% mas baja que la media europea– o los Fondos de Cohesión –también su renta es un 90% de la media europea–?. ¿Se olvidan que desde 1949 formamos parte como fundadores del Consejo de Europa; que somos leales miembros de la OTAN, de la OSCE e incluso de la UEFA. Nuestros equipos de futbol y baloncesto compiten con prestigio en las ligas europeas. Sabemos que por el artículo 42 del Tratado de Maastricht, debemos asegurar políticas de respeto a la dignidad de la persona, a la democracia, a la igualdad y al Estado de Derecho. Nos lo recordaron en la Cumbre de Helsinky en 1999 cuando se creó la Asociación para la Admisión; las negociaciones comenzaron en 2005, seis años después. ¿Es esta Europa?
¿Que otros setenta y tantos millones más de europeos desestabilizarían la Unión? . ¿Que habría que integrar otros 99 eurodiputados en el Parlamento de Estrasburgo? ¿Que el comisario turco tendría mucho peso?.
No tengo respuesta para cada uno de estos interrogantes, ni capacidad para ponderarlos. Pero ahí están. Y quiero ponerme en su piel cuando dicen: «Como flanco defensivo de la OTAN sí servimos»; para que no nos quejemos nos han plantado cuatro baterías PATRIOT antimisiles –una española, no lo olvidemos– para defendernos de posibles amenazas procedentes de Siria; nos dan unas palmadas en la espalda agradecidos porque nos hacemos cargo de toda la masa de desplazados que vienen de Siria, de Irak e incluso de Afganistán. Si algunos alcanzan Grecia se nos acusa de no defender bien nuestras fronteras. Si bombardeamos posiciones de sectores kurdos que no quieren integrarse en el sistema político turco –ver los resultados de las últimas elecciones en las que 80 de sus representantes se integraron en su Parlamento– se nos acusa de violar principios de Derecho Internacional.
¿ Saben qué le digo a esta Europa? A Macedonia, Serbia, Hungría, Austria, a Alemania: «¡Ya sabréis como se mantiene un Estado de Derecho cuando la presión humana y mediática sobrepase vuestras capacidades!»; «¡ya sabréis cómo se controlan masas en las que se mezclan entre un tanto por ciento elevado de familias e individuos honestos que huyen de la guerra, una minoría que puede estar fanatizada, un Caballo de Troya que no necesitará asaltar murallas porque ya estará dentro!».
Creo que a esto, sazonado con cierta sonrisa de alguien situado al norte de Río Grande, se le llama presión. En este caso, turca.
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