PSOE

La «puerta giratoria» de Pedro

La Razón
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Dice Pedro Sánchez que si no gana las primarias de mayo abandonará definitivamente el mundo de la política, una aseveración que como poco sugiere toda una reflexión a propósito de por qué algunas personas se encuentran enroladas en esto «para servir» y no para hacer carrera personal. Sánchez puede no haber calibrado convenientemente un órdago de precampaña a las primarias que pretende poner a la militancia en el brete ya manido en política de «o me votas o me largo», sobre todo porque viene a desarmarle en la máxima de que a la política se viene ya comido y llorado y no reconociendo las generales intenciones de condumio o ansia de poder. Es bien conocido el elenco de dirigentes que se ha ido a su casa tras un batacazo electoral o pérdida de confianza en clave interna, pero a ninguno se le ocurrió plantear el trágala previamente a la cita con las urnas.

Resulta especialmente llamativo el anuncio en alguien que, tras perder nada menos que siete elecciones entre generales y territoriales, no sólo no optó en ninguno de los casos por la marcha a casa, sino que se aferró al sillón en un melodramático rictus sublimado en el «sábado triste» de la sórdida urna tras una cortina.

Pero hay algo más en el órdago de Sánchez a la parroquia militante. Afirma que el paro se le acaba y que si pierde sólo tendrá a «su hogar» como única puerta giratoria y también esto llama a la reflexión, porque salir de la dirección del partido por la puerta de atrás, con los peores números electorales en la historia del partido, y a continuación volver para intentar el asalto al poder, sin reparar en que se reabren heridas en fase de cicatrización, eso sí es lo más parecido a una puerta giratoria. Sánchez parece dispuesto a hacerla girar cuanto sea necesario de aquí a mayo, aun a costa de marear a un partido ya de por sí aturdido tras el conteo y necesitado de tiempo muerto.

Las afirmaciones del ex secretario general socialista vienen a vaticinar una lucha en la que no van a faltar los golpes por debajo de la cintura, con casi cuatro largos meses en los que habrá tiempo de sobra para pifiarla y en los que, con la recogida de avales como primer pulso, tratará de sacarse de pista a uno de los tres contendientes previsibles. En este punto, resulta indicativa la respuesta de Sánchez a Patxi López cuando éste le telefoneó para comunicarle que se presentaba a las primarias : «Bueno, tú verás lo que haces». La batalla de los avales también tendrá su lugar en el tablero y Susana Díaz es tan consciente de su ventaja como de alguna encuesta que la sitúa en cabeza, con permiso, claro está, de un tal «Spiriman», que genera en la junta verdadero y auténtico pavor. Atentos a este sábado, porque la lideresa viene a Madrid a disputar a los congresos de PP y Podemos minutos de telediario junto a un coro de alcaldes afinado por Abel Caballero.