Angel del Río

Las amistades peligrosas

Si Rajoy está aguantando hasta el último minuto para desvelar el nombre del candidato a las europeas, no parece aconsejable que apure cuando tenga que desvelar los candidatos de Madrid. En las apuestas han entrado, sin saber cómo ha sido, varios nombres, empezando por Aguirre, que no ratifica en público su ilusión de ser alcaldesa, y se limita a intentar orillarse diciendo que ya no quiere estar en primer plano, pero permanece al frente del partido. Botella, a la que muchos dan por amortizada, no ha dicho que se descarte como candidata. Cifuentes, que expresa su deseo de no entrar en este baile, y pide que la saquen de las quinielas, quién sabe si por aquello del que se mueve y la foto. El cuarto en cuestión es Ignacio González, el único que ha dicho clara y expresamente que quiere ser candidato a la Comunidad. Y cada día se aprecian movimientos en este ajedrez. Botella pide a Cifuentes que se moje y coja por los cuernos el morlaco de las manifestaciones; después, González hace causa común con la alcaldesa, y de otra manera, también lo hace Aguirre, mientras que Cifuentes, dice que con la ley en la mano, no puede hacer más de lo que hace. Ayer, otro capítulo de pre candidatos al borde de un ataque de nervios. En la Cadena COPE, Ignacio González, asegura que es muy difícil ganar la Comunidad, si antes no se ha ganado el Ayuntamiento. Botella se da por aludida y responde, que ganar la alcaldía no es suficiente para ganar la Comunidad. Ambos llevan razón. Es difícil, pero no imposible: en 1991 el PP, con Alvarez del Manzano, obtuvo la mayoría absoluta en el Ayuntamiento, mientras que en la Comunidad Leguina derrotaba a Gallardón. En estas discrepancias, directas e indirectas se intuye una estrategia personal lícita por situarse. Rajoy no puede esperar más allá de la finalización del verano para zanjar la cuestión porque con el paso del tiempo, podemos asistir a un capítulo de las amistades peligrosas.