Alfonso Ussía

Las ocurrencias de Mami

La Razón
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No he podido conciliar el sueño por culpa de la última ocurrencia de Mami Bescansa. Ha dicho Mami que si en España sólo votase la gente menor de 45 años, Pablo Iglesias ya sería el Presidente del Gobierno. No está demostrado, Mami. Hoy ha aparecido un escrito con una relación de «abajofirmantes» de su cuerda, los que antaño se decían «intelectuales», y casi todos ellos superan los 45 años. Los Bardem, Baltasar Garzón, Llamazares, Aitana... Para colmo, mi informador de «Edades y Natalicios» me hace llegar una nota en la que especifica que usted, Mami Bescansa, ha cumplido 46 años, y que por ende, se considera incapacitada para votar de nuevo.

En Galicia, su correligionario de «En Marea-Podemos», un tal Anxo Fernán Vello, ha insultado a todos los gallegos que no les han votado a ustedes. Muchísimos gallegos, Mami, porque el Partido Popular de Núñez Feijóo les ha dado un repaso por babor y estribor de padre y señor mío. Entonces, el tal Anxo Fernán, que no tiene educación, ni maneras ni sentido de la deportividad en la derrota, ha llamado a los gallegos esclavos, porque votan al amo, al señorito, al cacique. Y también alienados e ignorantes, y eso está mal, Mami Bescansa. A los votantes no se les insulta por elegir su opción preferida. Los gallegos son muy inteligentes e intuitivos, y prefieren lo seguro, es decir, seguir comiendo y trabajando. Lo que les prometa un individuo como el berzotas de Anxo, no les convence.

Pero usted, Mami Bescansa, no tiene derecho alguno a privarme de mi voto. Ni a prohibirle a usted misma que siga jugando a millonaria populista, que tiene que resultar un juego muy divertido. Es más, a los 46 años se vota mejor que a los 18, porque la experiencia pesa y recomienda con más tino que la juventud primaveral. Usted no es demócrata. No puede serlo porque es comunista, y comunismo y democracia no son conciliables. Ser comunista y demócrata es como acudir al desierto a pescar merluzas o intentar cazar un león en medio del océano, del océano que usted considere necesario elegir, por supuesto.

Se empieza con desear la prohibición del voto a los mayores de 45 años, y se termina obligando a votar al partido único, que en el fondo, es lo que ustedes desean, Mami Bescansa. Entre unos y otros están enfadando a muchos de sus simpatizantes, que no aceptan tantos regaños y disgustos. Su futuro compañero en «Podemos», Pedro Sánchez, tampoco podrá votar, ni Jorge Verstrynge, ni el general sin escaño, ni el padre de Iglesias, ni el de Monedero, que conoce tan bien a su hijo que vota al Partido Popular. Y Manuela Carmena, que de triunfar en el PSOE la corriente crítica con Sánchez, puede dejar la alcaldía de la sucia Capital que hoy padecemos. Porque no creo que Sánchez resista después de haberle mentido a Felipe González y que éste haya hecho pública la mentira, que fue mentira gruesa, y como ha repetido el político de referencia del PSOE, mentira innecesaria. Acojan a Pedro Sánchez en su partido, o sus despojos, o sus pellejos, porque este fin de semana va a ser despojado de su mando y despellejado por los suyos, que ya han roto aguas las dudas y las prudencias.

Si los votantes fueran menores de 45 años, el presidente del Gobierno sería Pablo Iglesias. Lo dudo mucho. No en cambio, que si sólo votasen mis hijos, el presidente del Gobierno sería yo. Y lo primero que haría como presidente del Gobierno sería devolver a los españoles el voto, sin restricciones de edad, saber y conocimientos.

Se le ha visto el plumero, Mami Bescansa. Qué poco les gusta a ustedes una papeleta libre en una urna. Las papeletas que su amigo gallego insulta y desprecia y las depositadas por mayores de 45 años, como usted, Mami, lo cual resulta tan ocurrente como extravagante.