Política

Jesús Fonseca

Las tretas de Artur Mas

Las tretas de Artur Mas
Las tretas de Artur Maslarazon

Lo peor que podemos hacer es subestimar a Mas. Despreciarlo sería un inmenso error. A mí este señor me provoca muchísimo respeto. El que me merecen todos los malvados y sus patrañas. No es sólo que sea más listo que los conejos, que lo es. Artur conoce las tretas para alcanzar las cosas. Golpea cuando toca. Maneja con asombrosa habilidad para sus intereses el descontento social y la desafección política. Habla idiomas. Es alto, guapo y con dinero –cobra el doble que Rajoy– ¿qué más quieres, Baldomero?... Con razón nos desprecia al resto. Es entendible que le parezcamos unos impresentables que sólo sabemos dar taconazos de rabia. No es que quiera la independencia, que la quiere, es que busca hacerle daño a España. Anhela nuestra desdicha. La trabaja infatigablemente. Poco a poco y muchas veces. Sin rabia aparente. Con una sonrisa de oreja a oreja. Artur tiene la palabra justa, medida. Sabe lo que dice . Por ejemplo, la frase de ayer a la BBC: «No se puede parar un movimiento democrático y pacífico». A eso se le llama «Conocer las cosas en su punto, en su sazón y saberlas lograr», que diría Gracián. Pase lo que pase, Artur, no se descompone, ni desbarata, por más que nos desprecie. Le tiene tomado el pulso a los puntos débiles, para mofarse y hacer daño. Las declaraciones de las últimas horas a la BBC son la mejor prueba . Y tiene ese punto de negociante, para no hacer de una necedad dos. ¡Cuidado con menospreciar a Artur! Como en Bruselas pasan de él, se ha ido en busca de amparo al Reino Unido. Es decir, a la vieja raposa, que todo lo sabe por vieja. ¡Dios los cría, ellos se juntan! La vileza va a continuar. Su gente trabaja hasta la extenuación para dar holgura al amado lider, al padre presidente.