Irene Villa

Lenguaje universal

Hoy y mañana en Roma tiene lugar un seminario internacional llamado Entrenadores: Educando personas. Verdaderamente el deporte cambia la vida de los ciudadanos, por ello, la sección de la Iglesia y el Deporte del Consejo Pontificio para los Laicos, creado por la voluntad del Papa San Juan Pablo II «para promover la visión cristiana del deporte y extender en todo el mundo el mensaje de Cristo a través del deporte», ha organizado este encuentro internacional en el que intervendrán ponentes de todo el mundo, fomentando la práctica deportiva. En los últimos años, la Santa Sede se ha comprometido con la promoción de esta actividad como medio de crecimiento en los valores humanos. Sirve además de motor de promoción de paz y desarrollo y para integrar a personas en riesgo de exclusión social. Gracias al desarrollo del deporte adaptado, por ejemplo, tener una discapacidad no es el fin del mundo. El deporte promueve valores de vida sin los que es difícil transitar por ciertos caminos. Ayuda a disfrutar y a echarle más ganas a la vida. Si además la sociedad colabora, y hay quien promueva las prácticas deportivas, integrarse está garantizado. También hay que felicitar a todas las mujeres que consiguen éxitos nacionales e internacionales en cualquier deporte, y que no tienen el eco ni el reconocimiento que merecen. Es maravilloso que los medios difundan la voluntad, perseverancia y superación que reflejan las competiciones, de todo tipo, pero sigue existiendo en el deporte femenino y en el paralímpico, una triste inferioridad de condiciones. Seguiremos apasionándonos por el deporte y su lenguaje universal.