Lo que le dé la gana

Virrey de Dos Hermanas, el penúltimo bastión socialista, Kiko Toscano lo mismo presta el velódromo de su pueblo para que Zapatero presente el proyecto de «economía sostenible» que iba a convertir a Andalucía en la Baviera del sur, que para un revival del felipismo con el mismísimo González de telonero de Rubalcaba, en lo que supuso un extraño retruécano espacio-temporal. Recordado lo cual, se entiende que le resbale lo que puedan pensar de él José Antonio (¡¡presente!!) Griñán y los ninis que hoy pastorean un partido en retroceso, prácticamente en trance de implosión. En las grandes mansiones de la campiña inglesa, eran los mayordomos quienes más honda conciencia de clase poseían: éste, que le ha abierto la puerta a gente que irá directa a los libros de Historia, debe sentir un descriptible desprecio por pajes como Susana o Mario, que en el PSOE poderoso de los ochenta no pasarían de conserjes en agrupación de barrio. César o nada, deja la Federación Andaluza de Municipios presidida por el partido que allegó la mitad de los votos en las últimas municipales, qué cosa, antes que prestarse a la pantomima de seguir en el machito sostenido por la aritmética del fórceps y los trabucaires de Izquierda Unida. Debería cundir el ejemplo en San Telmo, pero es que por allí se juegan algunos más que el poder. Se juegan la cárcel, y para evitarla se han amigado con los comunistas. La judicatura hace extraños compañeros de... dique. Y los pobres andalucistas, cabreados como monas porque tampoco en la FAMP van a tener donde caerse muertos.