Los de Bruselas

Si alguien esperaba que de la reunión del Comité de Gestión de la UE celebrada la semana pasada en Bruselas iban a salir decisiones con ayudas concretas para los afectados por las represalias comerciales puestas en marcha por Rusia, o bien es un iluso, o bien desconoce por completo la mecánica y el funcionamiento de la UE, o ambas cosas a la vez. Si ya es difícil que los de Bruselas se «precipiten» en circunstancias normales, lo es mucho más que lo hagan en pleno mes de agosto, con casi todos ellos de vacaciones. Habrá que darse con un canto en los dientes si los de la Comisión Europea anuncian en los próximos días esas ayudas concretas, especificando claramente en qué consisten, los productos que se verán beneficiados y los importes de las mismas.

La delegación italiana, que ostenta durante este semestre la presidencia del Consejo de Ministros de la UE, ha convocado una reunión extraordinaria de los mismos para el 5 de septiembre con el fin de analizar la situación que se ha creado, las medidas que haya adoptado hasta entonces la Comisión Europea y otras que se podrían poner en marcha utilizando los fondos de la reserva de crisis creada en la última reforma de la PAC.

Para entonces se supone, además, que los servicios de la Dirección General de Agricultura tendrán más datos sobre la magnitud del problema para el sector agroalimentario. Por otro lado, es previsible que desde la Dirección General de Comercio se proporcione información sobre la situación y el futuro de las relaciones comerciales con Rusia. Todo ello sin olvidar que estamos ante un escenario que supera con mucho el ámbito agroalimentario.